Recientemente hemos visto un caso muy parecido al de Delta, pero en Buenos Aires. En esa ocasión, los pasajeros no pudieron descender debido al peligro de tormentas eléctricas, muy diferente al caso actual.
Desvíos por mal tiempo
Si, en un principio la causa fue la misma: el mal tiempo. Pero terminó con un aspecto diferente. Varios vuelos que se dirigían al aeropuerto de Atlanta tuvieron que ser desviados por las fuertes tormentas de la región y algunos de ellos acabaron en el aeropuerto de Savannah, al sureste del estado de Georgia.
Ese fue el caso del vuelo Delta 5062 del pasado 12 de agosto entre la isla de Eleuthera Norte, en las Bahamas, y Atlanta. Un vuelo de aproximadamente dos horas que acabó siendo una experiencia de casi 7 horas en el avión, aunque no por culpa de la compañía.
Al proceder el avión desde el extranjero, los pasajeros del CRJ-700 de Delta tenían que pasar aduanas por ingreso a los Estados Unidos. Se dijo entonces que en el aeropuerto de Savannah no había ningún agente que los pasajeros pudieran realizar el proceso de aduanas. Sin embargo, más tarde, esto se rectificó y se dijo que había únicamente dos agentes.
A esto se unió un número elevado de vuelos que esperaban para pasar aduanas, además d elos vuelos regulares de este aeropuerto, lo que provocó un embudo. Por tanto, la tripulación del avión de Delta (y de otros que esperaban en la plataforma) recibió instrucciones para no dejar descender a nadie del avión hasta que recibieran la autorización.
4 horas en el CRJ-700 de Delta
El avión aterrizó poco antes de las 5 de la tarde hora local, con una temperatura ligeramente superior a los 30 grados centígrados. Varios pasajeros se quejaron de la falta de alimentos y bebidas a bordo, tras pasar varias horas en el avión con un intenso calor.
@Delta holding passengers of flight DL 5062 hostage on tarmac in Savanah, 4 hours in the heat and not a drink of water!
— Jason Brown (@jpbrown117) August 13, 2023
Otros se quejaron de que no podían utilizar el baño. El CRJ-700 de Delta, en su configuración actual, tienen una configuración de tres clases con 9 asientos en First, 14 en Delta Comfort + y 46 en Economy. Y con todos estos asientos, el avión solo dispone de un lavabo en su parte trasera, por lo que este pronto se llenó.
Sobre las 19:30, se les pudo proporcionar bebidas a todos los pasajeros y poco antes de las 21, la tripulación recibió autorización para que los pasajeros bajaran del avión. Está claro que no es una experiencia agradable, pero en este caso se han juntado varios factores que han ocasionado esta desagradable situación. La compañía ha dicho que revisará sus protocolos ante estas situaciones, aunque realmente es una situación única que no se suele dar a menudo.