Un piloto de Delta Air Lines ha sido condenado a cárcel en el Reino Unido al presentarse en la puerta de embarque completamente borracho.
Un capitán de Delta borracho
Todo ocurrió el 16 de junio del 2023 a las 09:15 de la mañana, hora local de Edimburgo. El capitán, de nombre Lawrence Russell Jr, se presentó en el aeropuerto de Edimburgo para operar el vuelo de Delta Air Lines con el Boeing 767-300ER al aeropuerto JFK de Nueva York.
Las alarmas saltaron en el control de seguridad (nunca mejor dicho): el escáner de las maletas detectó dos botellas de vidrio en el equipaje de mano del piloto, que estaba vestido con su uniforme reglamentario de Delta Air Lines. Los agentes de seguridad registraron el equipaje y encontraron dos botellas de Jägermeister, ambas abiertas aunque una de ellas bastante entera y la otra iba ya por menos de la mitad.
Al estar vestido con el uniforme, avisaron a las autoridades que se presentaron el control de seguridad para constatar los hechos.
Prueba de alcohol
Russell fue sometido a las pruebas de alcoholemia pertinentes y acabó arrojando un resultado de 49 miligramos de alcohol por litro de sangres, «muy por encima del límite de 20 miligramos y cercano al límite máximo para los conductores del Reino Unido, que es de 50 miligramos por litro de sangre».
Después de su detención en el aeropuerto, se constató que este (por aquel entonces) capitán de Delta Air Lines de 63 años tenía un trastorno grave de consumo de alcohol y recibió ayuda de un programa de alcohólicos, encontrándose ahora mucho mejor de su adicción. Por supuesto perdió su trabajo y quedó incapacitado para volar aviones.
La condena original que se pedía para Russell era de 15 meses, pero finalmente se rebajó a 10 meses en condena firme debido a que el capitán confesó su culpabilidad en el momento y no cambió de versión. El tribunal también le ha comunicado que una vez cumpla su condena de prisión podrá solicitar un nuevo certificado médico y podría optar a restaurar su licencia.