Un hombre ha sido detenido por subir a bordo de un avión de Delta Air Lines en el que no tenía que estar tras conseguir hacer fotos a varias tarjetas de embarque.
En el vuelo de Delta como hartazgo
Hace mucho tiempo que sabemos que no debemos ofrecer en redes sociales información propia o delicada, tal como el número de una tarjeta de crédito o débito, el número de una reserva de avión o el número de teléfono. Pero parece que mucha gente olvida que estos datos también han de ser protegidos en grandes aglomeraciones para evitar justamente lo que ha pasado hace unos días.
El pasado sábado 16 de marzo, un hombre llamado Wicliff Yves Fleurizard de 26 años tenía que subirse a un vuelo de Southwest Airlines entre el aeropuerto de Salt Lake City y Austin, en Texas. Sin embargo el vuelo estaba lleno, así que la aerolínea programó a Yves para el vuelo del domingo 17 de marzo. Al llegar el domingo al aeropuerto, su sorpresa fue que ese vuelo también tenía overbooking, así que fue nuevamente reprogramado.
Harto de esperar, el joven decidió buscarse la vida y colarse en un vuelo de Delta Air Lines cuyo destino era el mismo que el del ahora detenido: Austin. Así que al joven no se le ocurrió otra idea que ir a la zona de los mostradores de facturación, donde había gran aglomeración de gente, para ver que personas iban a embarcar en el vuelo de Delta. Disimuladamente consiguió hacer varias fotos a diferentes tarjetas de embarque para dicho vuelo.
Consecuencias serias
Sorprendentemente el joven consiguió pasar a través del control de seguridad y embarcar en el avión de Delta, para el cual recordemos que no tenía un billete válido. Bueno, ni válido ni no válido, no tenía billete alguno.
Una vez en el avión se escondió en el baño delantero del avión, pasando ahí “una cantidad significativa de tiempo” hasta que se completó el embarque. Después se dirigió al baño trasero, donde también se escondió. Cuando salió intentó encontrar un asiento vacío pero el avión iba completamente lleno. En ese momento, el A320 de Delta Air Lines ya había abandonado la puerta de embarque y estaba rodando para dirigirse a la pista de despegue.
Una TCP le preguntó a Yves por su asiento y este dijo que era el 21F, que era el asiento del dueño real del billete, el billete que él logró fotografiar. Tras una corta charla, finalmente se rindió y dijo a la tripulación de cabina su nombre real que, por supuesto, no constaba en el manifiesto de los pasajeros que tenían que estar a bordo, por lo que el avión tuvo que volver a la terminal donde ya lo estaban esperando las autoridades.
El joven sigue detenido por las autoridades y la oficina del Sheriff del condado de Salt Lake ha publicado que también tiene una causa pendiente en Austin, aunque no han dicho si se trata de algo relacionado con este caso. Ahora esperará una vista judicial que, de encontrarlo culpable, podría ser condenado hasta 5 años de cárcel en una prisión federal por un delito grave contra la seguridad aérea. También se investigará cómo pudo pasar por tantos filtros sin ser detectado, por si hubiera algún problema con la seguridad del aeropuerto.