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Una bala viva provoca el retraso de un 787-9 de Korean Air en Incheon

Un Boeing 787-9 de Korean Air ha sufrido hace unos días el retraso en su salida desde Seúl debido a una bala viva que se encontraba a bordo del avión.

Una bala en el 787-9 de Korean Air

Todo ocurrió el pasado 24 de marzo, antes de la salida del vuelo KE927 que iba a ser operado entre el aeropuerto Incheon de Seúl y el aeropuerto Malpensa de Milán. 

Boeing 787-9 de Korean Air
Boeing 787-9 de Korean Air

Un limpiador estaba realizando la limpieza rutinaria del Boeing 787-9 con matrícula HL8391 que había llegado a la capital surcoreana como KE652 desde el aeropuerto Suvarnabhumi de Bangkok. El avión llegó poco después de las 6 de la mañana (hora local) al aeropuerto de Seúl y a las 12:10 debía partir hacia Millán. 

Debajo de uno de los asientos, el limpiador de la compañía encontró una bala viva, es decir, una bala que estaba lista para ser disparada. Las autoridades del aeropuerto fueron alertadas y acudieron rápidamente al avión para retirar la munición. En un comunicado posterior se informó de que efectivamente dicha bala estaba lista para ser utilizada y que se trataba de una munición de 9 milímetros, una munición bastante habitual en el mundo. Finalmente el 787 despegó con dos horas de retraso, pasadas las 14:00 horas, pero pudo recuperar una hora en vuelo, llegando a Milán con solo 50 minutos de retraso respecto a la hora prevista.

No es la primera vez

Como es normal, las autoridades llevaron a cabo una búsqueda exhaustiva dentro del avión de Korean Air, pero no encontraron ningún arma ni tampoco otra bala, por lo que determinaron que no se trataba de un acto de terrorismo y finalmente el 787 pudo realizar el servicio asignado para aquel día. 

Business Class

Sin embargo, no es la primera vez que sucede un hecho así a bordo de un avión de Korean Air. Hace justo un año, encontraron dos balas a bordo de otro avión de la compañía también en el aeropuerto Incheon de Seúl. Aquella vez todos los pasajeros se encontraban ya a bordo y tuvieron que ser desalojados por seguridad y para realizar la correspondiente inspección al avión. 

En aquella ocasión, la policía también determinó que el hallazgo no representaba un peligro ni para el vuelo ni para sus ocupantes y el avión pudo salir hacia destino con bastantes horas de retraso. Aquella investigación sigue abierta y ahora se está investigando también este hallazgo en el 787, pero se cree que ambos hechos no tienen relación entre sí. 

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