La aerolínea colombiana de bajo coste, Viva Air, tiene desde hace unos meses problemas financieros serios y ha anunciado más de una vez que la única forma de salvaguardar su continuidad, los puestos de trabajo y las rutas que ofrecía era su fusión con Avianca.
Sin embargo, las altas exigencias y trabas del regulador de aviación civil colombiano, Unidad Administrativa Especial de Aeronáutica Civil o Aerocivil, han impedido en repetidas ocasiones que se llegue a un acuerdo entre Avianca y Viva Air.
Parece que la última piedra en el camino ha sido la insistencia de la Aerocivil para que Avianca devolviera los slots de Viva en el aeropuerto de El Dorado, en Bogotá. Sin embargo, Avianca ha manifestado que esta acción haría a Viva económicamente inviable, por lo que finalmente ha decidido renunciar al acuerdo alcanzado entre ambas aerolíneas en marzo de este año.
Tras el anuncio de Avianca, Viva Air ha emitido una nota de prensa en la que alertaba del “inminente riesgo de desaparición” de Viva Air, que ha cesado operaciones de forma temporal en febrero pero que, siendo realistas, es muy difícil que vuelva a alzar el vuelo.