A principios del mes de septiembre os contábamos en este artículo que se acababa de descubrir que piezas falsificadas o que podían no tener los certificados necesarios habían sido descubiertas en algunos motores, una piezas provenientes de la empresa AOG Technics.
El escándalo aumenta
Desde entonces y, hasta la fecha de publicación de este artículo, se han descubierto piezas no conformes en cerca de 150 motores CFM56, siendo los modelos más comunes donde se han encontrado los Boeing 737 (principalmente Next Generation) pero también se han encontrado en algunas variantes que impulsan los motores de la familia A320CEO. Dichas piezas han sido encontradas en varias aerolíneas de todo el mundo, siendo una de las últimas en localizar estos componentes Ryanair.
La CAA británica ha continuado las investigaciones en colaboración con diferentes autoridades de todo el mundo y ahora se ha descubierto que dichas piezas han podido llegar incluso al CF-6 de General Electric, un motor empleado en una gran variedad de aviones como el A330, A330, Boeing 747, 767 y McDonnell Douglas DC-10 y todos sus derivados civiles y militares.
Las autoridades ya han informado de este descubrimiento y han pedido a los operadores y a los centros de mantenimiento que estén atentos a los números de serie de las piezas por si pudieran formar parte de las piezas suministradas por AOG Technics y que no cuentan con los certificados pertinentes.
Detenido el CEO de AOG Technics
También la semana pasada fue detenido en Londres el CEO y fundador de AOG Technics, José Alejandro Zamora Yrala por varios presuntos delitos económicos graves y de fraude, según la Oficina de Fraudes Graves (SFO).
La investigación sigue todavía en curso y se desconoce por el momento el número exacto de piezas que se han podido introducir en el mercado sin los correspondientes certificados en orden, por lo que de momento es difícil estimar la cuantía de los daños económicos que esta compañía ha podido producir y por tanto el valor del supuesto fraude. No obstante, la investigación continúa por parte de las autoridades británicas que han pedido que se les notifique cada pieza encontrada.
La investigación también se extiende ahora hacia las piezas que se han podido suministrar para los CF-6, un motor que sigue en activo en numerosas unidades tanto civiles como militares de todo el mundo.