Boeing sufre de las peores pérdidas en su historia

Boeing ha publicado sus resultados financieros para el año pasado y no son nada buenos, de hecho, el fabricante norteamericano sigue registrando de las peores pérdidas de su historia. 

2024 no ha sido un buen año para Boeing

A lo largo de los 366 días del año pasado, el fabricante norteamericano solo logró entregar 348 aviones, siendo como es habitual los más numerosos los de pasillo único. Esto por supuesto lastró los resultados económicos de la compañía, de los que enseguida hablaremos. Por otra parte, el fabricante recibió 279 pedidos netos de aeronaves, dejando el total en 5.500 aviones (solo se contabiliza la parte comercial) por un valor aproximado de 520.000 millones de dólares.

Línea de producción de Boeing en North Charleston, Carolina del Sur. Foto: airbus777
Línea de producción de Boeing en North Charleston, Carolina del Sur. Foto: airbus777

Los ingresos de la compañía cayeron un 14% respecto al año anterior, ingresando solo 66.517 millones de dólares, arrojando unas pérdidas netas de 11.829 millones de dólares. En los resultados se refleja también una reducción de la deuda de la compañía de casi 4.000 millones de dólares.

Todo esto ha repercutido en las acciones de la aerolínea, que han caído un 15% en el último año desde los 205.19 dólares por acción el 29 de enero de 2024 a 174.42 dólares por acción el 29 de enero de 2025.  La compañía atribuye una pérdida total por acción de 5.46 dólares. En su punto máximo, el 1 de marzo del año 2019, una acción de Boeing valía en la bolsa más de 440 dólares, por lo que en solo 6 años ha bajado a menos de la mitad, llegando a estar a solo 95 dólares en marzo del 2020.

Un 2025 duro

Para el CEO de Boeing, Kelly Ortberg, 2025 será un año duro en el que será necesario realizar numerosos ajustes y mejoras para volver a ganar la confianza de prácticamente todo el mundo: desde pasajeros y aerolíneas a sus propios empleados. 

Un Boeing 777 en la cadena de producción. Foto: Boeing
Un Boeing 777 en la cadena de producción. Foto: Boeing

Y es que los retos para este año no son menores, dado que la compañía tiene que volver a ajustar sus cadenas de producción para recuperar el ritmo previo a la pandemia y a las crisis sufridas, especialmente por los parones del año pasado debido a las huelgas. Boeing aún tiene un gran remanente de aviones almacenaos a los que tiene que dar salida, tras corregir los problemas que los han hecho quedarse en tierra.

Además, entre todo lo anterior por si fuera poco, Boeing aún tiene que certificar el 777-9X, el 737 MAX 7 y el 737 MAX 10, para conseguir entregar unos aviones ya de por si retrasados a unos clientes que probablemente ya no tengan nada de paciencia. Todas estas acciones se verán reflejadas en las cuentas del próximo año, ya sea para bien o para mal.

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