Polémica por una pasajera que no cedió su asiento a un niño

Lo que esta pasajera vivió durante un corto vuelo con GOL pasa seguramente a diario en todos lados del mundo, si bien no siempre trasciende y mucho menos llega a la prensa internacional. Suele quedarse en una anécdota que se olvida antes de tomar tierra.

La pasajera no cedió su asiento

Todo ocurrió en un corto vuelo de GOL entre Río de Janeiro y Belo Horizonte, un vuelo que normalmente no excede una hora de duración y que la aerolínea de bajo coste GOL Linhas Aéreas opera varias veces al día utilizando sus equipos Boeing 737.

La pasajera tenía un asiento de ventanilla en un 737 de GOL. Foto: Gleb Osokin
La pasajera tenía un asiento de ventanilla en un 737 de GOL. Foto: Gleb Osokin

En uno de esos vuelos «rutinarios», se organizó el escándalo cuando una pasajera de 29 años accedió al avión y en su asiento estaba sentado un niño de 4 años. La pasajera esperó pacientemente a que el menor se levantara y se fuera a su asiento. Durante el vuelo, la madre increpó a esta pasajera, grabando su cara y diciéndole que tenía «poca simpatía hacia el niño», que estuvo volando los 50 minutos del vuelo. Es en este momento cuando se podría pensar que el niño solo quería estar junto a su madre y que de verdad esta pasajera tenía poca empatía. Pero no.

Resulta que la madre estaba sentada en otro asiento, junto al niño, pero este quería mirar por la ventana y la madre le recriminaba a la pasajera que le cediera su asiento y que ella se fuera a un asiento de pasillo. Esto ha provocado una enorme división en Brasil, con gente que está a favor de la pasajera y con la otra parte del público que no lo está. Tal revuelo ha causado, que este hecho ha trascendido fronteras, llegando la pasajera a tener cientos de invitaciones a medios de comunicación para contar lo sucedido. 

De momento la pasajera afectada ha demandado a la madre por difundir su cara y a la aerolínea, por no hacer nada para remediar dicha situación, dado que según ella los TCP simplemente se limitaron a mirar y no intervinieron en ningún momento en el conflicto que no llegó a mayores aparte de unas palabras subidas de tono, una situación estresante en tierra y mucho más en el aire. Ahora será un juzgado el que decida el futuro de esta querella. 

La política de asientos

La venta de asientos es un negocio que en los últimos años se ha extendido desde las aerolíneas low cost que veían una fuente de ingresos complementaria a las bajas tarifas que ofrecían, hasta las aerolíneas de bandera que también han visto una buena oportunidad en este segmento. 

Interior de un A320 de la compañía donde habría robado el pasajero. Foto: FlyScoot
Interior de un avión. Foto: FlyScoot

Pero, como todo, tiene sus límites reguladores por las autoridades pertinentes. Aunque las aerolíneas pueden vender libremente los asientos e incluso separar a grupos que adquieren juntos sus pasajes, hay algunos límites que no pueden sobrepasar. Por ejemplo, las aerolíneas no pueden separar a menores de edad de sus padres o tutores legales. Es decir, ha de asignares asientos contiguos obligatoriamente. Mismo caso ocurre con el de las personas con algún tipo de discapacidad bajo la amenaza de fuertes sanciones por las autoridades competentes.

Este caso, como hemos explicado antes, no se engloba en ninguno de esos supuestos y es que simplemente el familiar responsable de la adquisición de los billetes no quiso pagar el extra para tener asientos de ventanilla, exigiendo a la pasajera que le tocó ese asiento o que pagó por él el uso de dicha plaza. Si su negativa a cederlo es legítima o no, os lo dejamos a la decisión de cada uno. 

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