Dos ciudadanos rusos han sido detenidos en los Estados Unidos acusados de traficar con piezas de aviones para enviarlas a Rusia a través de un entramado no muy elaborado.
Los dos rusos fueron detenidos antes del primer envío
Las autoridades norteamericanas han confirmado la detención de dos ciudadanos rusos acusados de violar la Ley de Reforma del Control de Exportaciones de EEUU. Esta ley recoge las sanciones que se aplica contra Rusia a raíz de su invasión a Ucrania.
Desde hace dos años, está prohibida la exportación de cualquier tipo de tecnología a Rusia, además de muchos otros artículos. Pero como este es un medio aeronáutico, nos vamos a centrar en la tecnología aeronáutica que, por supuesto también está prohibida. Dicha tecnología incluye a los aviones, pero también absolutamente todas las piezas de recambio y mantenimiento que estos puedan necesitar, unas piezas que están empezando a escasear.
Las autoridades norteamericanas consiguieron frenar varios envíos de piezas antes de que tuvieran lugar, deteniendo así la salida de piezas del país que, en un principio iban a ir a Turquía para viajar posteriormente a Rusia.
Una red no muy desarrollada
Los dos rusos ahora detenidos habían solicitado incluso la licencia del Departamento de Comercio para poder comprar y exportar las pizas de aviones que habían seleccionado. Todo parecía legal, pero el verdadero objetivo era, supuestamente, enviar las piezas a Turquía para que desde ahí viajaran a Rusia, dado que Turquía de los pocos países sin sanciones contra Putin.
Las autoridades han descubierto más de 4.5 millones de dólares en varias cuentas bancarias que pertenecían a la organización de estos dos ciudadanos rusos y con los que habían comprando las piezas. Este dinero fue recibido a través de trasferencias provenientes de Turquía que, a su vez, provenían de aerolíneas rusas, si bien todavía no se ha aclarado qué aerolíneas podrían estar involucradas. Eso es algo que quizás se haga público en el juicio que tendrá lugar a mediados del próximo mes de junio.
Ahora los dos rusos pueden enfrentar condenas de hasta 20 años de prisión en una cárcel federal por múltiples delitos: aparte de saltarse evidentemente las sanciones impuestas, los dos rusos han admitido todos los hechos entre los que se encuentra falsedad documental en un documento oficial del gobierno norteamericano (los formularios de exportación), falsedad oral a los proveedores, comercio con un país sancionado y lavado de dinero.