Boeing sigue mejorando sus procesos y parece que se está tomando en serio el aumento de la producción de sus líneas activas actualmente que más demanda tienen: el 737 y el 787.
Boeing y las FAL del 737 MAX
Ya de sobra son conocidos los problemas de Boeing y los 737 MAX. Después de los accidentes de 2018 y 2019, Boeing se enfrentó a la puesta en tierra del modelo, lo que obligó a la empresa a mantener abierta la producción del modelo, pero a un ritmo muy bajo por varios motivos, pero dos fueron los principales: la acumulación de cientos de unidades que no podían ser entregadas hasta la recertificación del modelo y el mantenimiento de las FAL con el objetivo de preservar la formación de los empleados y las cadenas de suministro.
Claro que cuando se adaptó la producción teniendo en cuenta lo anterior (y muchos otros factores) nadie podía imaginar que en 2020 la pandemia del Covid fuera a paralizar al mundo y que sus consecuencias se sienten aún hoy 5 años después. Durante lo peor de la pandemia, la producción se detuvo por la propia seguridad de los empleados, pero ahí no acabó el asunto.
Al interrumpirse la producción en muchas empresas del mundo, las cadenas de suministro quedaron completamente rotas, desde el origen de los materiales primarios hasta las entregas de piezas finales. Esto provocó incontables problemas a la hora de reanudar la producción, en este caso, del 737 MAX.
La FAA como medida de presión
Y aunque es innegable que la FAA también tiene mucha culpa en todo lo que pasó con el 737 MAX, parece que la agencia estadounidense se ha puesto la pila en los últimos años, revisando de cerca los procesos de producción de Boeing y no solo en el MAX, sino en todos los modelos civiles de la compañía.
Esto, por supuesto, volvió a retrasar la producción del modelo que estaba en mínimos históricos y muy lejos de los planes pre-Covid de Boeing de alcanzar las 52 unidades mensuales (e incluso planearon más, pero no se llegó a implementar ningún plan). Ahora el fabricante estadounidense ha vuelto a una senda positiva, aumentando para finales de mayo la producción a 38.737 aviones por mes, tal y como ha desvelado Reuters.
Y aunque es una muy buena noticia tanto para la compañía, como para los empleados que trabajan en la FAL de Renton y para las aerolíneas que esperan un avión. Sin embargo Boeing no podrá aumentar aún más la producción, dado que la FAA fijó en 38 unidades mensuales la capacidad máxima de producción hasta que las inspecciones llevadas a cabo por el organismo norteamericano sean favorables y se determine que la producción se pueda aumentar, algo que por el momento no se plantea.
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