El accidente de Washington era solo cuestión de tiempo

El desgraciado accidente de Washington entre un Black Hawk y un CRJ700 ha sido solo el último episodio de una larga serie de accidentes, incidentes y avisos serios de problemas de control de tráfico aéreo en Estados Unidos. Tanto, que muchas voces han clamado hace mucho que solo era cuestión de tiempo que una tragedia mayor tuviera lugar. Pues bien, por desgracia, esta ya ha ocurrido. 

Ya hubo accidentes

Un choque entre aviones en tierra ya es de por sí algo grave, pero dentro de la gravedad que estos hechos representan se suelen saldar solo con daños materiales y no humanos. Como es lógico, los daños materiales no importan ni lo más mínimo comparados con una vida humana. 

Uno de los aviones implicados en un accidente en Texas en 2023. Foto: desconocido / RRSS
Uno de los aviones implicados en un accidente en Texas en 2023. Foto: desconocido / RRSS

En el caso de los Estados Unidos, en los últimos años ya hubo muchas llamadas de atención a las autoridades, con situaciones realmente peligrosas de acercamiento entre aeronaves, de aeronaves con estructuras fijas (como en el caso de un 737 de Southwest que os contamos en este artículo). Pero también ha ocurrido ya al menos un accidente entre dos aeronaves, una colisión en el aire que por suerte no se saldó con víctimas, dado que ambos aviones pudieron tomar tierra.

Es la foto que acompaña este artículo, de uno de los aviones (Cessna C510) contra el que impactó un Hawker H850XP en pleno vuelo en el aeropuerto William P. Hobby de Houston, en Texas, en 2023. El Hawker despegó sin permiso mientras el Cessna aterrizaba, ocasionando este accidente. Si el avión hubiera empezado la carrera de despegue solo unos momentos antes el desenlace podría haber sido diferente.

Falta de inversión

Un accidente nunca ocurre en aviación por un único factor, sino por un cúmulo. Por eso, es importante tener todos los medios posibles al alcance, lo que incluye una buena formación y un número suficiente de profesionales altamente cualificados para ocuparse del control del tráfico aéreo. 

Vista del aeropuerto Ronald Reagan y su torre de control. Foto: Amaury Laporte
Vista del aeropuerto Ronald Reagan y su torre de control. Foto: Amaury Laporte

Pero cuando no se tiene ni lo uno ni lo otro, hay más posibilidades de que ocurra una desgracia. Hace años que los controladores estadounidenses vienen reclamando más medios y sobre todo más empleados para evitar precisamente que pasen estos accidentes. Tras uno de los últimos incidentes, la FAA anunció una importante inversión que a la vista está que no fue suficiente. 

Equipos anticuados, falta de personal, medios obsoletos e incluso frecuentes apagones en los centros de control de tráfico aéreo son el cóctel perfecto para que accidentes como el ocurrido en Washington vuelvan a ocurrir. Ahora solo el tiempo dirá si la nueva administración central de los EEUU tomará de verdad cartas en el asunto y pondrá sobre la mesa los medios y los profesionales suficientes para asegurar que el país con más tráfico aéreo del mundo siga operando millones de vuelos con seguridad. 

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