Turquía parece que saldrá ganando finalmente tras rebajar su postura respecto a Suecia y su entrada en la OTAN. Los nuevos F-16 que podría recibir serían el impulso que está buscando Ankara.
F-16 nuevos y actualizaciones para los viejos
Poco después de que Rusia iniciara su “operación militar especial” en Ucrania, Suecia y Finlandia solicitaron formalmente unirse a la OTAN viendo lo que se les venía encima. Pero, para que esto sucediera, necesitaban el voto a favor de todos los países ya miembros y aquí se encontraron el primer escollo: Turquía.
El país del Bósforo bloqueó la entrada de Suecia en la OTAN debido a que el país escandinavo mantenía en su territorio a opositores que Turquía considera terroristas. Sin embargo, presiones y ofertas recientes han hecho que estos dos países se pongan de acuerdo y que finalmente Turquía levante el veto, por lo que Suecia tiene vía libre para adherirse a la Alianza del Atlántico Norte junto a Finlandia que ya fue aceptada el pasado mes de abril.
Esto ha traído ventajas instantáneas para Turquía, actor clave en este acto, pues todo hace indicar que Ankara finalmente verá desbloqueado el plan de compra y modernización con el que lleva tanteando a Estados Unidos desde 2021.
Este plan, por un valor de más de 20.000 millones de dólares,incluye la adquisición de 40 F-16 Block 70/72 Viper así como la modernización de 79 unidades Block 50/50+ que ya tiene operativos. A este acuerdo hay que sumar además armamento como misiles aire-aire y bombas. Para que este acuerdo se pueda llevar a cabo, el Departamento de Estado de los Estados Unidos ha de aprobar la FMS, la conocida como Foreign Military Sale.
¿Otra posibilidad para el F-35?
En abril del año 2021, Estados Unidos se ratificó en su decisión de eliminar al Turquía del programa F-35, a pesar de que el país y tenía pagados los aviones y era uno de los principales socios del programa desde el año 1995.
La decisión de expulsar a Turquía del programa se produjo en el año 2019 cuando Ankara compró el sistema SAM ruso S-400, que tanto EEUU como la OTAN interpretaron como una alianza para sus relaciones y la propia alianza atlántica. Turquía no se echó hacía atrás e incorporó el sistema, por lo que los EEUU tomaron represalias contra Erdogan.
En ese momento se decidió que Turquía no recibiría los 4 F-35 que ya estaban construidos y que no tenía derecho a realizar ningún pedido, quedando anulado en las listas de Lockheed – Martin. Todo a pesar de que en Turquía se fabrican componentes del F-35 como parte del acuerdo inicial de colaboración y desarrollo del avión.
Ahora, con el desbloqueo de las relaciones y con el posible desbloqueo de la venta de los F-16, cabe preguntarse si el siguiente avión que podría recibir Turquía sería el F-35. Todo dependerá de la evolución de las relaciones entre Ankara y Moscú, así como del papel que juega Turquía en esta guerra en la que de momento, no olvidemos, ha sido la gran impulsora del desbloqueo de envío de grano así como de varias sesiones de negociaciones entre Rusia y Ucrania que han sido infructuosas.