Más de dos décadas después de designarse ganador del programa Joint Strike Fighter, Lockheed Martin por fin puede fabricar el F-35 “a toda máquina” en sus tres versiones.
El F-35 como éxito indiscutible
El F-35 ha sido el caza más caro de la historia, no así el avión más caro (ha sido superado por unos pocos). Sin embargo, con el paso del tiempo, los costes de producción han ido bajando y el precio de estos aviones también. Lo que nadie esperaba era que se convirtiera en un éxito tan grande.
El programa Joint Strike Fighter fue abierto por el gobierno de los Estados Unidos con el objetivo de equipar a sus fuerzas armadas con un caza compatible para todas sus ejércitos y que de paso fuera multipropósito, pero esto no es algo nuevo, dado que llevaban buscando algo así desde la década de los años 50 con el objetivo de reducir costes.
Parece que ahora lo han conseguido con el F-35 en sus 3 versiones: el F-35A para la USAF, el F-35B para los Marines y el F-35C para la US Navy. Además, este avión se ha convertido en todo un éxito de exportación, especialmente con la guerra de Ucrania que ha animado a numerosos países a realizar pedidos por este avión. Actualmente este avión militar cuenta con más de 2.000 pedidos y más de 1.000 unidades fabricadas, 17 años después de su primer vuelo.
Producción a toda máquina
Recientemente Lockheed Martin ha recibido la autorización del Pentágono para fabricar este avión al máximo ritmo posible. La compañía cumplió con el denominado “Milestone C”, una serie de pruebas, inspecciones y mucha (muchísima) burocracia necesaria para obtener el visto bueno del gobierno de los Estados Unidos para acelerar la producción del modelo que, curiosamente sigue adelante pero sin entregas.
La producción está actualmente en el Bloque 4, en la versión TR-3 que todavía no ha sido certificada por Lockheed Martin, por lo que todos los aviones de este bloque no han sido entregados. Se han producido y se han almacenado a la espera de que reciban la certificación y poder ser entregados. Mientras que el año pasado se entregaron casi 100 aviones, este año todavía no se ha entregado ninguno, aunque se espera que se reanuden a un gran ritmo las entregas una vez se retomen después del verano mientras que las tripulaciones se siguen entrenando en este modelo.
Y es que de pasar a ser el avión estándar en los Estados Unidos, parece que pasará a ser el avión estándar en la OTAN, dado que buena parte de los países de la Alianza Atlántica ya han pedido este modelo. El precio de la variante A ronda actualmente los 70 millones de dólares, mientras que la versión B se vende en unos 85 y la versión C en unos 80. Claro está que estos precios son meramente informativos, puesto que el precio final depende de cada contrato.
Es muy probable que en cuanto Lockheed Martin alcance la máxima capacidad de producción, los precios sean revisados a la baja al poder reducir costes durante el ensamblaje de los aviones, así como durante las etapas de producción de piezas por parte de las subcontratas. No obstante, para llegar a ese punto todavía queda algún tiempo pero lo más probable es que el F-35 será pronto más “asequible”, lo que a su vez podría aumentar más las ventas.