Un aviso desde la torre de control hizo que la tripulación del 737 MAX 9 de United Airlines detuviera el despegue a alta velocidad, ocasionando varios daños en el avión y en su tren de aterrizaje.
"United, hay fuego bajo su ala derecha"
Esas fueron las palabras que el control le dijo a la tripulación de vuelo del Boeing 737 MAX 9 con matrícula N37560 de la aerolínea United Airlines que estaba operando el vuelo UA329 desde Denver (Colorado) a Boston (Massachusetts) del pasado 30 de septiembre.
La tripulación decidió entonces abortar el despegue cuando el avión ya iba a gran velocidad, siempre por debajo de V1 por supuesto. Después de esa velocidad el avión se tiene que ir al aire sí o sí.
Se aplicó la máxima potencia de frenado y el avión se detuvo con seguridad antes del final de la pista. La torre de control confirmó que la pista era suya por si querían evacuar el avión por las rampas de emergencia, algo que finalmente no hizo falta dado que desde el motor número 1 ya no salían llamas.
El avión ha resultado dañado
Una vez detenido y los pasajeros evacuados (fueron evacuados por escaleras y llevados a la terminal en autobuses) se pudieron comprobar los daños del avión, estando estos localizados principalmente en el tren principal derecho que sufrió la explosión de sus dos ruedas y el desgaste de las dos llantas, además de otros componentes del bogie que han llegado a tocar la pista.
El tren izquierdo parece que solo ha sufrido el deshinchamiento de sus neumáticos. La parte baja del fuselaje también ha resultado dañada, especialmente la zona trasera del tren y la parte baja de los flaps por los impactos de los neumáticos rotos y probablemente ardiendo o a gran temperatura.
Los pasajeros fueron recolocados en el avión con matrícula N37541 que finalmente llegó a su destino con 5 horas de retraso. A fecha de publicación de este artículo, el 737 MAX 9 de United que sufrió el incidente no ha vuelto a volar, dado que probablemente esté siendo sometido a reparaciones todavía.