En este vuelo de British Airways, el catering ha sido sin duda el tema principal de conversación pero no por su apariencia o sabor, sino por lo curioso de su procediencia.
Escala y mala suerte
El vuelo BA252 del pasado 23 de julio fue operado con el Boeing B777-200ER G-VIIN. El vuelo tiene como aeropuerto de salida Providenciales, en una de las paradisíacas islas de Turcas y Caicos, en las Antillas Mayores. A continuación, el vuelo se dirige a Nassau y desde ahí al aeropuerto de Heathrow, en Londres. El primer vuelo dura poco más de una hora mientras que, el segundo, se acerca a las 8 horas y media.
Antes de que el vuelo saliera de Providenciales, estaba siendo cargado con todo lo necesario para llegar a Heathrow (excepto combustible, que recargaría en Nassau para el segundo tramo por cuestiones de pesos).
Una de las partes más importantes a bordo del avión es el catering, algo que todo pasajero espera en un vuelo tan largo con una aerolínea de primer nivel como es British Airways. Sin embargo, se comprobó que los carritos del catering no habían sido refrigerados correctamente y que era posible que se hubiera perdido la cadena de frío, algo especialmente importante en un lugar tan cálido y con tanta humedad como Providenciales.
Por tanto, la compañía decidió deshacerse de toda la comida ofrecida por la empresa de catering con el objetivo de evitar a toda costa una intoxicación alimenticia. Una decisión completamente razonable y que se podría esperar de una compañía seria.
Solución de British Airways
La opción disponible era esperar otro catering en el aeropuerto de Providenciales, pero eso podría tardar varias horas. Así que se decidió que el vuelo saldría hacia Nassau y sería ahí donde intentarían conseguir un catering completo, aunque no fuera el especialmente diseñado para la compañía.
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Sin embargo, en Nassau no hubo suerte y no se pudo completar semejante pedido con tan poca antelación. La solución de British Airways fue acudir a la terminal, a uno de los proveedores de comida rápida que opera dentro del aeropuerto. Así, se realizó un enorme pedido a la popular cadena KFC. Sin embargo, las capacidades de preparación del restaurante no eran suficientes para cumplir la demanda en tan poco tiempo, por lo que finalmente se subieran al avión todos los cubos de pollo posibles.
Aún así el avión salió con más de media hora de retraso hacia Heathrow, un retraso al que se acumulaba el retraso previo del vuelo entre Providenciales y Nassau.
Finalmente cada pasajero recibió un único trozo de pollo para un vuelo de 8 horas y, según dicen, no hubo suficientes para todos. Por su parte, los más afectados fueron los pasajeros con menús necesidades como aquellos que solicitaron menús para celíacos o menús veganos, dado que ni siquiera pudieron recibir ese único trozo de pollo.
La compañía ha ofrecido a los pasajeros cupones a modo de disculpa por las molestias causadas. Y aunque bien está lo que bien acaba, no deja de ser una gran anécdota.
En este caso, hay que reconocer la buena decisión que ha tomado British Airways no dudando ni un segundo en desechar la comida que podría estar en mal estado. Ante la duda, siempre es mejor pecar de precavido puesto que las intoxicaciones alimentarias son muy peligrosas, más aún si pensamos que puede ocurrir a bordo de un avión que está en medio del Océano Atlántico.
Es un aspecto que debemos vigilar especialmente en épocas de mayor calor, dado que ciertos componentes de los alimentos se pueden estropear con mayor rapidez.
2 comentarios en “British Airways ofrece un trozo de pollo de KFC como catering en un vuelo”
Pienso que sí ,ha sido una buena decisión por parte de la compañía desechar el catering que podía haber estado en malas condiciones para el consumo de los pasajeros que se disponían a cruzar el Atlántico,lo que sucede es que la cadena de distribución en las islas no se puede comparar al de otros países muchos más grandes, ojala y no vuelva a ocurrir.
Menos mal que fue ésa compañía si es una compañiáa del tercer Mundo la pobre de ellos