Desviar un A380 lleno de pasajeros por un simple IPad atascado entre un asiento puede parecer una tontería, pero para nada lo es y demuestra, una vez más, el total compromiso de las aerolíneas con la seguridad de sus operaciones aéreas.
Un desvío muy caro
El pasado 23 de abril, Lufthansa estaba operando su vuelo diario LH453 entre el aeropuerto de Los Ángeles y el aeropuerto internacional de Múnich con el Airbus A380 con matrícula D-AIMC. Este Super Jumbo está equipado con cuatro clases, ofreciendo 8 asientos en First, 78 en Business, 52 en Premium Economy y 371 asientos en Economy, para un total de 509 butacas.
Cuando el avión llevaba tres horas de vuelo y se encontraba sobrevolando la frontera entre las provincias Saskatchewan y Manitoba, el rumbo se desvió hacia el sur, de vuelta a los Estados Unidos para acabar finalmente aterrizando en la costa este, en el aeropuerto internacional Logan de Boston 6 horas después del despegue. El avión permaneció en tierra una hora y cuarto hasta que el personal de Lufthansa retiró un IPad atascado entre uno de los asientos del avión.
Este desvió provocó que el avión llegada a Múnich con más de tres horas de retraso respecto a la hora programada por la compañía. Este desvío pudo tener un coste muy superior a los 100.000 dólares por las tasas del aeropuerto de Boston, el propio desvío (lo que implica un consumo de combustible extra) y las recolocaciones o indemnizaciones de los pasajeros que han perdido sus vuelos de conexión. Sin embargo, la aerolínea no lo dudó ni lo más mínimo.
La seguridad del A380 fue primordial
A priori un pasajero puede sobrevivir sin su IPad durante unas 8 horas más hasta aterrizar en Múnich, especialmente teniendo en cuenta que el sistema de infoentretenimiento de Lufthansa es uno de los mejores del mercado, sin embargo, la preocupación no era esa si no el propio IPad.
Al quedar atrapado entre uno de los asientos del A380, la propia tableta se pudo haber dañado por los mecanismos o forma del asiento y ahí surge un problema muy grave para la seguridad aérea: las baterías de litio. En los últimos años han aumentado los incidentes por los dispositivos electrónicos que todos llevamos a bordo, debido a la cada vez más alta dependencia que tenemos de todo tipo de artilugios digitales.
El peligro de una fuga térmica y un posterior incendio producido por una batería de litio dañada está cada vez más y más presente entre las preocupaciones de las compañías aéreas, llegando algunas a prohibir incluso este tipo de dispositivos en el equipaje facturado. Hace no mucho, un Airbus A321 ha sido consumido por las llamas (por suerte en tierra) debido a un daño en una batería portátil.
Por todo esto, la compañía y la tripulación no dudaron ni un momento en actuar como actuaron para preservar en todo momento la seguridad del A380 y de su pasaje. La seguridad en la aviación es lo más importante.
Un comentario
EXCELENTE DECISION DE SEGURIDAD AEREA
LO APLUDIO,GRACIAS.