39 años del accidente del Challenger

Hoy es el triste aniversario del accidentes del Challenger, el primer accidente de un vehículo del programa de transbordadores espaciales de la NASA que conmocionó al mundo en uno de sus momentos de máxima audiencia. 

La misión STS-51-L de la NASA no era una cualquiera

En aquel 1986, el programa de los transbordadores espaciales de la NASA apenas llevaba 5 años activo y la gente había empezado a perder el interés. Si la opinión pública se aburría de los transbordadores significaba que cabía la posibilidad de que el Congreso de los EEUU retirara parte de la financiación del programa, una parte muy importante para que este pudiera salir adelante. 

Momento del despegue del Challenger en la misión STS-51-L. Foto: NASA
Momento del despegue del Challenger en la misión STS-51-L. Foto: NASA

Por eso, la NASA decidió mandar a un civil al espacio y no a cualquiera, sino a un profesor para que su viaje pudiera inspirar a las futuras generaciones. Este profesor o profesora sería elegido mediante un concurso en el que participaron más de 11.000 docente de todos los estados de los Estados Unidos. Finalmente, fue elegida la profesora de secundaria de Concorde (Nuevo Hampshire) Christa McAuliffe. 

Este proceso tuvo un enorme éxito, más del que la NASA esperó y los índices de audiencia los días previos y de popularidad del programa espacial volvieron a despegar (nunca mejor dicho). La opinión pública volvía a apoyar el programa espacial, que en esta misión tenía como objetivo principal poner en órbita dos satélites. 

La conmoción por el accidente del Challenger

Debido a varios días de frío intenso, el lanzamiento del Challenger se pospuso varias veces, dado que en un principio estaba previsto para el 22 de enero, después para el 23, más tarde se cambió al 24, después al 25 y luego al 27 de enero. Finalmente la fecha escogida fue el 28 de enero. Este día seguía siendo inusualmente frío en Florida.

El Challenger poco después del despegue en una foto en la que se observa claramente la llama que salía del SRB derecho. Foto: NASA
El Challenger poco después del despegue en una foto en la que se observa claramente la llama que salía del SRB derecho. Foto: NASA

Para entender cómo funcionaba un transbordador, nos tenemos que remontar a que la mayor parte de su empuje lo proporcionaba los dos SRB, que son esa especie de cohetes grandes y blancos que están sujetos al depósito principal de color naranja y en cuyo interior se encuentra el combustible líquido que alimenta al propio transbordador. Los Solid Rocket Booster o SRB utilizan un propelente sólido como combustible, en el caso de los SRB de la NASA utilizaba perclorato de amonio que, una vez encendidos, ya no se podían parar. 

Este perclorato se instala en forma de pasta dentro de los SRB que se dividen en varios fragmentos más pequeños para poder ser cargados. Cabe recordar que los SRB del programa espacial de los transbordadores eran reutilizados varias veces. Estos fragmentos son rellenados de combustible que después se deja secar y endurecer. Después, se juntan las diferentes partes para formar el cohete. Entre estas partes se instalan juntas tóricas para permitir la dilatación pero no la salida de los gases. 

La tripulación de la misión STS-51-L que estaba a bordo del transbordador Challenger. Foto: NASA
Foto de la tripulación que se encontraba a bordo del Challenger tomada poco antes de la misión. Foto: NASA

Volviendo al fatídico 28 de enero, finalmente la misión recibió visto bueno y la tripulación accedió al vehículo espacial. El despegue se produjo con normalidad, si bien en las imágenes examinadas posteriormente se puede observar una llamada saliendo del SRB derecho. Debido al frío de los últimos días, una junta tórica había fallado, dejando salir los gases. Cuando estos aumentaron el tamaño del agujero, el cohete explotó, haciendo que explotara todo el conjunto del vehículo y el depósito auxiliar. 

El mundo entero observó en vivo cómo los 7 tripulantes del vehículo espacial fallecían en una explosión que se produjo a los 73 del lanzamiento a una altitud de 14.6km sobre el punto de lanzamiento, si bien el punto máximo llegó a los 20 km. Sobre este accidente hablamos de forma detallada el año pasado en esta misma fecha, pero siempre es bueno recordar los momentos destacados del pasado, aunque estos sean tristes.

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