Inconsciencia, adicción, exceso de confianza o una combinación de todas las anteriores pueden haber llevado a un joven piloto de British Airways a arruinar su vida en unas horas.
De fiesta por Johannesburgo
Los hechos han ocurrido el pasado 26 de agosto pero ha sido ahora cuando se ha desvelado realmente lo ocurrido con un joven piloto de British Airways en la ciudad sudafricana de Johannesburgo a pocas horas de emprender un vuelo de 12 horas de vuelta a Londres como primer oficial del Airbus A380.
El piloto salió de fiesta por Johannesburgo y acabó bebiendo más de la cuenta, lo que hizo que llamara a una amiga suya tripulante de la compañía y que iba a volar con él al día siguiente. El piloto le contó todos los detalles de su salida nocturna y también le confesó que además de gran cantidad de alcohol, acabó esnifando cocaína de los pechos de una mujer en una vivienda de esta ciudad.
A pesar de ser su amiga, esta tripulante de cabina avisó a la compañía, pensando correctamente que la seguridad del avión y sus ocupantes está por encima de todo.
La vida arruinada en unas pocas horas
La compañía inmediatamente apartó al joven de sus cargos y se vio obligada a cancelar el vuelo del 27 de agosto, con unas pérdidas de unos 120.000 dólares en indemnizaciones y demás costes. El 28 de agosto, el piloto protagonista de esta historia fue trasladado de vuelta al Reino Unido como pasajero y nada más salir del avión en Londres fue requerido para un control.
En dicho control participaron la propia British Airways y la CAA británica (Civil Aviation Authority). El test de drogas de clase A dio positivo casi de forma instantánea, así como el test de alcohol en sangre.
En ese momento, el certificado médico del piloto y su licencia fueron suspendidos por las autoridades británicas y la aerolínea procedió a despedirlo de forma fulminante por un comportamiento completamente en contra de las políticas de la compañía, de las leyes nacionales e internacionales y la ética.
Podría volver a volar, pero no para British Airways
La CAA ha declarado que es posible que le puedan ser restituidas la licencia y el certificado médico, pero solo después de un intenso programa de rehabilitación bajo estricto control de las autoridades y los psicólogos así como de un equipo médico especializado.
Este asunto ha provocado un gran revuelo en el Reino Unido y el piloto Mike Beaton ha salido ya en todos los medios de comunicación, llegando incluso a ser portada de los periódicos. Con este revuelo, aunque consiga recuperar su licencia, será bastante complicado que alguna otra aerolínea lo contrate, al menos en el Reino Unido y en Europa.
Y es que la decisión de British Airways es la que se podría esperar de cualquier compañía seria, pues ante este tipo de situaciones no cabe otra forma de actuar.
Por desgracia, años de duro sacrificio y trabajo se pueden truncar en unas pocas horas de irresponsabilidad y falta de sentido común.
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