Boeing ha comunicado unos ligeros cambios aplicados al futuro B777-8X, un avión que forma parte del programa B777X del fabricante norteamericano, un programa que acumula un lustro de retrasos.
Suspensión del programa y problema tras problema
No es ningún secreto que la última década ha sido cuanto menos estresante para Boeing. El fabricante norteamericano ha ido de problema en problema tras el desarrollo simultáneo del programa B777X y del B737MAX y la certificación de este último.
Las cosas se empezaron a torcer en 2018 después del primer accidente de un B737 MAX y desde ahí, todo ha dio bastante mal para Boeing. El programa B777X, el que ahora nos ocupa, ha acumulado retrasos de más de 5 años respecto al plan original del fabricante norteamericano, mientras que el programa MAX todavía no ha certificado dos de sus cinco variantes (si consideramos al MAX8-200 como una variante aparte).
En 2019, con la puesta en tierra de los MAX y todo el mundo mirando a Seattle, Boeing detuvo «temporalmente» el desarrollo de la variante 8X del programa B777X, dado que el avión de mayor tamaño, el 9X se encontraba más avanzado, siguió adelante aunque a un ritmo más reducido y no exento de problemas. Por aquel entonces, el 8X solo tenía dos pedidos: 10 unidades de Qatar Airways y 35 unidades de Emirates.
Boeing retoma el 8X
Por si no fuera poco, apareció una pandemia mundial que paralizó a todo el mundo, valga la redundancia. Esto, claro, retrasó aún más el desarrollo del avión. Sin embargo, cuando el Covid ya daba sus últimos coletazos, Boeing retomó el programa 8X pero enfocado especialmente en su versión carguera, la 8F que es la que de hecho se espera que vuele antes.
Y esto es debido sencillamente a las cifras de cada modelo, pues la variante carguera tiene un backlog de 55 unidades, mientras que la variante de pasajeros se ha quedado con 24 pedidos de los 45 originales, principalmente debido a retrasos en el programa.
Mejoras para atraer clientes
Ahora parece que Boeing se vuelve a centrar de nuevo en su versión de pasajeros, que ha corrido el riesgo de ser cancelada por completo varias veces. Y, para hacerla más atractiva a los clientes, ha decidido hacer una pequeña modificación añadiendo 1.07m al fuselaje desde los 69.79m de longitud originales hasta los nuevos 70.86m.
Gracias a este cambio, en una configuración típica de 2 clases, el avión podrá acomodar 11 pasajeros más, es decir, 395 en vez de los 384 del diseño original. Además, también ganará una modesta autonomía de 15 millas náuticas hasta las 8.730 (16.190km) desde las 8.715 (16.170) previas.
No obstante y aunque todo esto pueda sonar bien, las aerolíneas aún tendrán que esperar bastante tiempo antes de poder operar este modelo, dado que se espera que la variante 9X obtenga su certificado en 2024 para comenzar las entregas en 2025. En el caso del 8F, la certificación se espera (si no hay más problemas) para el año 2026 y las entregas para 2027.
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