Una nueva disputa se abre en Ryanair, esta vez con el gobierno balear por un dulce típico mallorquín y es que pasa una cosa en los aeropuertos, especialmente en los aeropuertos españoles: cuando estamos en las salas de llegada esperando a amigos o familiares, sabemos que un vuelo llega de Palma de Mallorca porque empiezan a salir muchas personas con cajas en las manos.
Todo viene a raíz de que este dulce típico de Palma de Mallorca está restringido en las cabinas de los aviones de Ryanair, al considerar la aerolínea low-cost que es un bulto más en cabina. Y es que las condiciones para abordar un vuelo difieren enormemente de una compañía a otra: hay compañías que permiten un bolso y una maleta pequeña y hay compañías que no permiten ningún equipaje en cabina si no se paga.
Antes de volver con las ensaimadas, debemos recordar que la Ley de Navegación Aérea deja claro en su artículo 97 que todo pasajero tiene derecho al menos a una bolsa de equipaje de mano que no supere los 10kg, dado que este equipaje forma parte del mínimo necesario para una persona. Por tanto, ninguna compañía puede impedir a un pasajero llevar este equipaje consigo aunque sí hay algunas que, amparándose en el desconocimiento general de la población, lo hacen y cobran por ello.
Sobre esta situación, ya se han dado varias sentencias en contra del abuso de cobrar todo el equipaje de mano que los pasajeros quieren subir al avión, dado que esta bolsa que regula el artículo 97 de la Ley de Navegación Aérea se considera que está pagada en el propio precio del billete, por tanto, no se puede volver a cobrar.
Volviendo al dulce mallorquín, este se suele presentar en una caja de cartón generalmente octogonal de unos 30cm de diámetro y un peso que no suele superar un kilogramo. Por tanto, algunas compañías pueden considerarlas bultos aparte. Por ejemplo, Air Europa permite dos unidades por pasajero, Iberia Express permite una unidad por pasajero y Vueling también permite dos, por poner solo algunos ejemplos.
Sin embargo, Ryanair no permitió a una pareja alemana embarcar con estos productos a bordo, exigiendo un pago de nada menos que 45€ por cada unidad, lo que hacía un total de 90€ por dos ensaimadas que habrían costado entre 10 y 15 euros cada una. Los pasajeros, obviamente, decidieron no pagar el dinero extra y tirar los dulces a la basura, pero elevaron una queja por esta situación que ha llegado tanto al gobierno balear como a la Asociación de Panaderos y Pasteleros de las islas, que se muestran bastante descontentos con esta medidas.
Y es que las ensaimadas son un producto muy típico que mueve mucho dinero al año en Palma de Mallorca y que ofrece cientos de puestos de trabajos que, por políticas como esta, se podrían ver en peligro. Por tanto, han decidido convocar una reunión a tres para discutir este asunto y pedir a Ryanair que cambie de postura, dado que la compañía low-cost si permite el embarque con estos productos, eso sí, siempre y cuando sean adquiridos después de pasar el control de seguridad en las tiendas del aeropuerto.
La ensaimada en cuestión: https://t.co/BIDzVjKeOv pic.twitter.com/gGXf047p5J — Ryanair España (@Ryanair_ES) May 31, 2023
Por su parte, la compañía irlandesa, se ha tomado el asunto con humor y ha publicado un tweet riéndose de la situación. Por supuesto, las críticas, especialmente en redes, no han tardado en llegar, dejando especialmente constancia de que Ryanair ha perdido cuota de mercado en España en los últimos años.
Tendremos que esperar para ver en que queda la situación que esperamos que se resuelva favorablemente para todos.