La base de Gando ya tiene sustitutos, pues en 2021 se aprobó la compra de 20 EF-2000 Eurofighter Typhoon que estarán basados en la isla y de los cuales se ha retirado la primera unidad tal y como os hemos contado en este artículo. Sin embargo, los F-18 que quedan en la península en la base de Torrejón y en Zaragoza todavía tendrán que trabajar bastante más tiempo.
Una larga vida del F18
Queda ya lejano aquel mes de julio de 1986 cuando los primeros F18 nuevos llegaron a la base aérea de Zaragoza para incorporarse al Ala15 y posteriormente pasar al Ala12 de Torrejón de Ardoz con el objetivo de sustituir al mítico F-4 Phantom. El pedido se completó en 4 años, recepcionando la última unidad en 1990, así pues el F-18 más nuevo tiene 33 años. Lo cual no es mucho para un avión militar, pero tampoco es del todo poco.
Obviando ya los de Canarias pues ya tienen sustituto, nos centramos en los de la península. El proceso de elección de un nuevo caza que sustituya a estos F18 tendría que haber comenzado entre hace 5 y 10 años, pero evidentemente no lo ha hecho. La elección de un nuevo modelo no es algo que se haga de un día para otro y entre la elección final, la negociación y la preparación pueden pasar hasta 10 años a los que hay que sumar el periodo de entrega, que depende de la carga de trabajo que tenga el fabricante. Después hay que tener en cuenta el tiempo de transición dentro del propio ejército.
Solución temporal fuera de tiempo
Dado que lo dicho anteriormente no se ha llevado a cabo y que los F18 españoles estaban llegando al final de su vida útil, el Gobierno ha firmado un contrato de suministros de piezas de repuesto para estos aviones para mantenerlos en vuelo hasta por lo menos el 2035, además han incrementado la partida anual en 19 millones de euros para poner al día a estos aviones.
Se supone que durante los poco menos de 12 años que restan hasta ese vencimiento del año 2035, los F18 tendrán que tener un sustituto, cuya compra tendría que ser aprobada a más tardar dentro de los próximos 5 años. Algo que no parece que vaya a ocurrir. En el momento de su retirada (si se cumple ese plazo), estos aviones llevarían en servicio para España nada menos que 49 años. Medio siglo volando unos aviones que por mucho que se actualicen estarán por debajo de rivales más nuevos y mejor dotados.
Más Eurofighter no, por favor
La opción más plausible para la sustitución de los F18 de Torrejón y Zaragoza es…si, de nuevo el Eurofighter. Es un gran avión, nadie lo duda. Además, su producción repercute importantes ingresos y puestos de trabajo en todo el territorio español, pero no es una buena idea. Para nada.
Y no lo decimos solo nosotros, sino también desde diferentes esferas del propio Ejército del Aire. Cualquier persona puede darse cuenta de que no es lógico disponer de un solo modelo de avión de combate en un ejército tan grande como el español. Y esto es debido principalmente a dos causas principales:
– Puesta en tierra: si algo le pasara al Eurofighter en cuanto a un descubrimiento de un fallo de diseño del avión que obligara a dejar el modelo en tierra, España se quedaría sin ningún caza activo listo para uso.
– Falta de componentes: mismo caso que el anterior. Si en algún momento por la razón que sea faltan componentes para el avión, la flota se quedaría en tierra. Y esto puede suceder por problemas en la cadena de suministros, por fallos de fabricación o por tensiones entre los socios del programa (esta última posibilidad esperemos que sea la más improbable de todas).
Por tanto y, en vista de lo anterior, hay que pensar en un caza que no sea el Eurofighter. Pero, ¿cuál? Opciones hay, lo que hay que ver es que interesa a España. Está claro que el F-35 se va a tener que adquirir en su versión B para la armada, quizás sería una buena idea adquirir la versión A para el EdA.
Sin embargo, también hay opciones más baratas pero altamente tecnológicas y polivalentes como el F-16 de Block 70 en adelante, La última versión del F-15 o el propio F-18 Super Hornet (aunque su fabricación finalizará pronto. Sin mirar a los EEUU, la opción más lógica sería el Rafale francés, pero aparte de estos aviones, poco más hay donde elegir.
Y no tiene que ser algo malo escoger un avión extranjero para completar este importante hueco que dejarán los F18, dado que muchos países fabrican sus propios cazas bajo licencia en sus países, lo que crea puestos de trabajo y ayuda a la economía. España tiene la capacidad de fabricación de aviones de combate, todo dependerá de las dotes de negociación de los encargados para tal tarea.