Un bombardero supersónico Rockwell B-1B Lancer se ha estrellado cuando intentaba aterrizar en la base aérea de Ellsworth, en Dakota del Sur
Accidente de un Rockwell B-1B
La última pérdida de un Rockwell B-1B data del año 2013, cuando una unidad se estrelló en Missouri durante una misión rutinario de entrenamiento. Nadie resultó herido, pero aquel era la décima unidad que perdía la USAF.
Y la de este accidente, la número decimoprimera. El avión siniestrado es un bombardero perteneciente al 28th Bomber Wing basado en la base aérea de Ellsworth, en Dakota del Sur (cerca de Rapid City), que es también la mayor base para estos bombarderos pesados supersónicos de la USAF.
De momento se desconocen más detalles, pero solo se sabe que el accidente ocurrió cuando el avión intentaba aterrizar sobre las 17:30 hora local, en condiciones de baja visibilidad y niebla helada que puede causar la aparición de hielo, aunque por el momento se desconoce el motivo del accidente.
La cuenta oficial de la base aérea ha confirmado que los cuatro ocupantes del avión se han podido eyectar y, según los medios locales, los tripulantes fueron trasladados al hospital y aunque se desconoce su estado exacto de salud, al parecer no se teme por sus vidas.
El avión supersónico más pesado de la USAF: el B-1B
El Rockwell B-1B Lancer es un bombardero supersónico pesado con alas de geometría variable y largo alcance desarrollado a finales de los años 60 y principios de los 70 que realizó su primer vuelo en 1974, pero no fue introducido hasta 1986 con bastantes sobrecostes y tras resolver algunos problemas técnicos. El avión se produjo entre 1973 y 1974 y después entre 1983 y 1988 con un total de 104 aviones producidos, todos ellos entregados a la USAF.
#SabíasQue? Cada uno de los cuatro motores GE F101-GE-102 proporcionan al #B1B 30.780 lbf a potencia máxima. Esto unido a la geometría variable de sus alas, le permite volar a una velocidad máxima de MACH 1,25 o 1.340km/h. pic.twitter.com/iIfg6beb9G
— On The Wings of Aviation (@OnAviation) May 23, 2020
La flota se mantuvo en 62 unidades activas hasta el año 2018, cuando se redujo a 45 unidades, mientras que la mayoría de los aviones retirados están preservados y listos para volver al servicio si fuera necesario, en diferentes intervalos de tiempo.
El B-1B es realmente un avión grane, pues mide 45m de largo y 42 de ancho cuando las alas están extendidas. Cuando están plegadas en posición de vuelo supersónico, la envergadura se reduce a solo 24 metros. Tiene un MTOW de 216.364kg que levanta gracias al empuje de sus 4 motores General Electric F-101 que entregan 17.390lbf en seco o hasta 30.780lbf con postquemador, cada uno.
En cuanto a sus capacidades, este avión es capaz de alcanzar una velocidad de MACH 1.25 a nivel de vuelo de 40.000 pies o superior, pero también puede volar a 1.126km/h (justo por debajo de la barrera del sonido) a una altura de solo 150 metros sobre el nivel del suelo. Su alcance con plena carga es de 9.400 kilómetros, que aumenta hasta los 12.000 kilómetros si está vacío, aunque puede ser repostado en vuelo, lo que prácticamente no limita su autonomía.
Su capacidad de carga es de 34.000 kg de bombas en sus bodegas internas y de otros 23.000 kg en posiciones externas bajo las alas. El Rockwell B-1B es uno de los aviones que ha realizado vuelos más largos y misiones de más duración, despegando desde Estados Unidos para bombardear posiciones enemigas en Oriente Medio y volviendo a Estados Unidos, por supuesto, repostando en vuelo. Algunas misiones de este modelo han durado más de 28 horas.
Su retirada comenzará en el año 2025 y se espera que dure hasta 2036. Su sustituto será el B-21 Raider.