El Wall Street Journal acaba de desvelar que Boeing estaría en conversaciones con Spirit AeroSystems para volver a incorporar esta compañía dentro de Boeing en un acuerdo de compra que aún se encuentra en etapas tempranas.
Spirit AeroSystems nació de Boeing
En un ya lejano 2005, Boeing decidió vender su división de Wichita (Kansas) a Onex Corporation, naciendo así Spirit AeroSystems, una compañía que seguiría muy ligada a Boeing.
La nueva empresa continuó fabricando todos los fuselajes de todos los nuevos 737 producidos hasta la fecha, además de otras piezas para otros modelos tanto de Boeing como de Airbus. Sin embargo, en los últimos años la compañía ha perdido más del 70% de su valor en bolsa, hasta situarse actualmente en unos 3.300 millones de dólares, una cotización que ha subido el viernes un 13% tras el anuncio del Wall Street Journal.
De momento, ambas compañías han declinado hacer cualquier declaración y suponemos que las conversaciones se encuentran todavía en una etapa muy temprana. Lo que sí se sabe es que Spirit AeroSystems ha contratado a varios analistas para investigar opciones ante la difícil situación económica en la que se encuentran debido a la bajada de producción y las tensiones en la cadena de suministros de los últimos años, lo que ha hecho dispararse los costes de la compañía que actualmente tiene unos 20.000 empleados.
La compra resolvería varios problemas de ambas compañías
Esta compra, en caso de llevarse a cabo (algo aún todavía muy lejos) podría resolver varios problemas para Boeing siendo la más importante de ellas, como no, el control de la calidad de los productos fabricados en Kansas.
Más que de sobra conocido ya es el incidente del pasado mes de enero con el 737 MAX 9 de Alaska Airlines y como eso ha puesto en el punto de mira a Boeing y a Spirit AeroSystems. Esta compra podría solucionar algunos de los problemas, dado que Boeing podría controlar más la calidad de la producción en origen.
Por otro lado, no es la primera vez que el fabricante de Seattle deja caer que le gustaría recomprar Spirit, sin embargo nunca ha dado un paso decisivo (¿será esta la vencida?), pero esto también sería positivo tanto para el fabricante como para Spirit, dado que reduciría los costes de Boeing y las cuentas de la compañía de Wichita podrían ser saneadas mediante diferentes acciones en áreas muy concretas.
Si finalmente esta compra se va a llevar o no a cabo es algo que no se puede pronosticar aún porque en caso de haber una oferta en firme, esta tendría que ser aprobada por el regulador norteamericano primero. Lo que está claro es que ambas compañías tienen que volver a una política de calidad superior a la actual.