La base aérea Wright-Patterson ha sufrido el paso de un tornado durante la mañana del 28 de febrero, un destructivo fenómeno de la naturaleza que ha afectado especialmente al área sur de la base, donde se encuentra el museo.
La base Wright-Patterson y su museo
La base aérea Wright-Patterson está formada en realidad por dos bases: Wright y Patterson. Está ubicada cerca de la ciudad de Dayton, en Ohio pero funciona como una única base teniendo en su parte sur un gran museo (uno de los mayores de los Estados Unidos, de hecho) y diversas instalaciones auxiliares y de apoyo y en la parte norte el aeropuerto activo.
En el aeropuerto (parte norte) se dividen dos áreas: el área militar y el área civil. En el área militar opera principalmente el Ala 88 de transporte que utiliza los C-17 Globemaster III y dispone de varias zonas administrativas y de mantenimiento. El área militar dispone de una pequeña terminal que acoge sobre todo vuelos privados.
En el área sur se encuentran las antiguas pistas del aeropuerto, ya fuera de uso, y los antiguos hangares que ahora forman parte del Museo Nacional de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos (USAF). Este museo acoge importantes aviones de la historia norteamericana y la historia mundial desde su comienzos hasta la actualidad pasando por la exploración espacial.
Algunos aviones son maquetas o reproducciones y otros son aviones reales. La colección cuenta entre sus aviones más destacados con un P-40, un B-29, B-2 (maqueta), un 707 presidencial, un Lockheed Constellation o una cápsula del programa Apollo entre otros. Sin embargo, la estrella de la colección sin lugar a dudas es el único XB-70 Vallkirye que queda en el mundo, dado que el otro se estrelló durante un vuelo fotográfico.
Daños
Travis Pond, Coronel de la base aérea y responsable del Ala 88 y de la instalación del museo ha declarado a la prensa que al parecer los daños tras el paso del tornado por la base Wright-Patterson se concentran en la parte sur de la misma, especialmente dañado ha resultado el hangar de restauración de las instalaciones donde se almacenaban varios aviones de la Guerra Fría que estaban siendo sometidos a trabajos de restauración para su futura exhibición.
Por suerte se ha podido confirmar que no hay daños personales tras el paso del tornado, cuyos vientos han alcanzado velocidades de 190 kilómetros por hora, aunque si han habido numerosos daños a la infraestructura del museo y por supuesto a la infraestructura civil exterior a la base aérea.
En el lugar siguen trabajando los ingenieros de la USAF en colaboración con ingenieros civiles y el cuerpo de bomberos local para determinar la integridad de las estructuras y si son seguras o no, al mismo tiempo que se intenta sacar los aviones que se encuentran bajo las mismas.
Las imágenes de los daños pueden ser vistas en este enlace.