Finalmente Reino Unido ha cedido la soberanía el archipiélago de Chagos a Mauricio, sin embargo, se asegura la operación de la base Diego García durante más de 100 años como punto estratégico en el Océano Índico.
El acuerdo de Reino Unido y Mauricio
El pasado 22 de mayo, el Reino Unido transfirió la soberanía total del archipiélago de Chagos a Mauricio, en un acuerdo histórico. Sin embargo, el país anglosajón se reserva la operación de Diego García durante los próximos 99 años con opción a 40 años más, es decir, el contrato podría acabar en 2164.
Dicho acuerdo garantiza un pago anual del Reino Unido a Mauricio de 101 millones de libras esterlinas en concepto de arrendamiento. El contrato no puede ser revocado durante este tiempo, si bien a Mauricio no parece importarle dado que es una gran fuente de ingresos por una zona a la que le sacaría poco provecho y que lleva más de 50 años sirviendo a los intereses del Reino Unido y los Estados Unidos, que operan la base de forma conjunta.
Dicho acuerdo también contempla una zona de exclusión de 24 millas alrededor de la base, con comunicación continua entre el Reino Unido y Mauricio para garantizar el correcto y normal funcionamiento del día a día de las islas más cercanas.
La importancia de Diego García
Aunque la historia del atolón de Diego García se remonta a muchos años atrás, nos vamos a centrar en noviembre de 1965 cuando el gobierno de Reino Unido lo compró a Mauricio por 3 millones de libras esterlinas creando el Territorio Indo-Oceánico Británico (BIOT por sus siglas en inglés). La intención siempre fue que Estados Unidos pudiera tener instalaciones militares en esta región del mundo.
Un año más tarde, en diciembre de 1996, Estados Unidos y Reino Unido firmaron un acuerdo para utilizar este territorio con fines militares durante cinco décadas, hasta el año 2016, con una prórroga de 20 años opcionales. EEUU no realizó ningún pago a Reino Unido por el uso de este territorio, pero si le vendió varios sistemas armamentísticos con jugosos descuentos. Casi de forma inmediata, la Marina de los EEUU legó al atolón y comenzaron las obras de construcción de lo que hoy en día es una gran base conjunta que incluye una base aérea, hangares, áreas técnicas y de formación.
Por supuesto, como cada base norteamericana, tiene todo lo necesario para los empleados que ahí trabajan o están de paso. desde viviendas hasta hospitales, supermercados y áreas de compras y entretenimiento. Además también cuenta con instalaciones civiles para empleados externos y un puerto de aguas profundas capaz de albergar a portaaviones de la clase Nimitz.
El atolón se encuentra en mitad del Océano Índico, una zona privilegiada para la defensa del mismo, pero a la vez cerca para misiones de reconocimiento y ataque al sureste asiático y Oriente Medio. Es común que en esta base estén desplegados aviones de combate de la USAF, transporte o bombarderos como el B-52, el B-1B y el B-2.