En 2017, un año después de ser retirados en Francia, el estado galo y argentino negociaron la compra por parte del país sudamericano de 5 Super Etendard Modernisé por un valor de 12.5 millones de euros. El acuerdo, incluía también 10 motores, un simulador y piezas de repuesto.
El acuerdo se fue retrasando hasta que Argentina realizó el pago ya en 2018 y un año más tarde, los aviones llegaron a suelo argentino. El plan de Argentina era ponerlos en vuelo para reactivar la 2º Escuadrilla de Caza y Ataque, algo que jamás llegaría a ocurrir.
El problema con el que se encontró Argentina fueron las consecuencias del viejo conflicto por las Malvinas con Reino Unido en 1982. A partir del final de esa guerra, Reino Unido impuso a Argentina un embargo de armas, por la que se prohibía la exportación al mismo de armamento militar o cualquier producto que pudiera ser utilizado con fines militares. Entre las compañías afectadas por el embargo, se encuentra la empresa fabricante de asientos eyectables Martin-Baker que, entre otros, también suministra los asientos MK6 de los SEM (Super Etendard Modernisé).
Para solventar este escollo, Argentina se puso en contacto con el fabricante Task Aerospace que, aunque indicó en un estudio técnico que no se requerían mayores modificaciones en la cabina, finalmente no se dieron pasos hacia adelante para llevar a cabo el proyecto. Otro problema secundario pero igualmente importante, era el suministro de alguna de las piezas del avión que, al ser tan antiguo, ya estaban descatalogadas. Recientemente el ministro de defensa Argentino Jorge Taiana se entrevistó con su homólogo francés, que le confirmó que no existía la posibilidad de que Francia fabricara las piezas descatalogadas, dejando claro que los aviones no podían entrar en servicio.
Ante estos problemas, Argentina finalmente ha decidido que los aviones nunca entrarán en servicio y es que, desde su llegada en 2019, estas aeronaves solo han hecho algunas pruebas de motores y rodaje por la Base Aeronaval Comandante Espora, pero sin llegar a despegar nunca dado que no tenían operativos los asientos. ¿Tenía lógica la compra de un avión tan antiguo por parte de Mauricio Macri? ¿Tenía sentido que Francia vendiera unos aviones para los que no pudiera proporcionar las piezas necesarias para el vuelo? Sea como fuere, el caso es que ahora Argentina tiene 5 aviones que no ha podido utilizar nunca y que no podrá utilizar.
La Fuerza Aérea Argentina dispone actualmente de sólo 32 aviones para vigilar su espacio aéreo: 8 unidades del IA-63 Pampa y 24 A-4AR Fightinghawk.