Los hechos ocurrieron el pasado 23 de septiembre en un Airbus A350 de World2Fly que se encontraba en mitad del océano Atlántico.
Incidente en un A350 de World2Fly
Todo ocurrió el 23 de septiembre a bordo del vuelo 2W2501 de la aerolínea World2Fly, un vuelo operado por el Airbus A350-900 con matrícula EC-NZF que llevaba a bordo a más de 400 pasajeros además de la tripulación.
Cuando el avión se encontraba sobrevolando el océano Atlántico, un pasajero de unos 40 años y complexión fuerte, acosó a una TCP realizándole varios tocamientos. Además, estaba vapeando y se estaba bebiendo una botella de whiskey, ocasionando más molestias a los demás pasajeros.
A mitad del vuelo, la tripulación solicitó por megafonía la colaboración de los agentes que sabían que se encontraban a bordo para reducir a este individuo que también había propinado varios puñetazos a otros pasajeros. Los 4 agentes, dos de la Policía Nacional y dos de la Guardia Civil, acudieron a la última fila del avión donde el individuo conflictivo ocupaba un asiento que no era el suyo.
Reducido y detenido
Los agentes fueron recibidos con violencia por este sujeto, pero tras un forcejeo pudieron reducir al individuo violento y detenerlo gracias a esposas de plástico que llevaba a bordo la tripulación. Los agentes también custodiaron a esta persona de nacionalidad norteamericana hasta que el avión aterrizó en Cancún.
Tras su detención se procedió a su cacheo, en el que se descubrió un mechero en uno de sus bolsillos y un destornillador en su equipaje de mano, un objeto este último considerado peligroso y que no debía estar a bordo. Sus pertenencias fueron entregadas al capitán de la aeronave.
Aproximadamente 5 horas más tarde, un tiempo durante el cual este pasajero no dejó de gritar, amenazar e insultar, el avión de World2Fly aterrizó en Cancún y la Guardia Nacional de México se hizo cargo de su custodia y sus pertenencias.
Este pasajero puede ahora ser acusado de varios delitos, como los de vapear en el avión, amenazar con provocar un incendio en el baño, acoso sexual, violencia contra los demás pasajeros, resistencia a los Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y comprometer la seguridad de un avión.
Cabe recalcar que en otros países viajan a bordo de según que vuelos agentes de la autoridad cuyo único cometido es velar por la seguridad de ese vuelo. Si en este vuelo no se hubieran encontrado estos cuatro agentes, la responsabilidad de reducir a este pasajero hubiera recaído sobre los TCP, pero no es su trabajo reducir a los pasajeros ni disponen de la formación necesaria para ello.