La selección de fútbol de Gambia se desmaya en el avión

Un serio incidente tuvo lugar el pasado 11 de enero cuando un DASH 8 de Air Côte d’Ivore tuvo que volver al aeropuerto de Banjul (Gambia) por un problema con la presurización en la cabina.

Hipoxia a bordo con la selección de Gambia

La Copa de Naciones de África tendrá lugar del 13 de enero al 11 de febrero de este año en Costa de Marfil, con la aerolínea Air Côte d’Ivore como socio en el transporte. La aerolínea ha tenido unos días complicados en el traslado de la mayoría de las selecciones a los lugares donde se celebrarán los encuentros. 

Los equipos de emergencia esperaban al avión a su regreso a Banjul, en Gambia
Los equipos de emergencia esperaban al avión a su regreso a Banjul, en Gambia. Foto: desconocido / redes sociales

El 11 de enero, la selección de Gambia iba a realizar un viaje entre Banjul (Gambia) y Abiyán (Costa de Marfil) con un DASH 8 de la aerolínea oficial de la copa. Cuando los jugadores subieron al avión, denunciaron el excesivo calor que había a bordo. La tripulación les dijo que una vez estuvieran en el aire habría aire acondicionado. 

El avión despegó y la selección de Gambia comenzó a sentirse mal, con fuertes dolores de cabeza y mareos debido al calor. Algunos aseguran que se «quedaron dormidos». El avión volvió al aeropuerto de origen unos 15 minutos después del despegue tras no poderse presurizar la cabina. 

Los servicios de emergencia estuvieron esperando al avión en la rampa del aeropuerto de Banjul y tuvieron que atender a varias personas por hipoxia leve, por suerte nadie necesitó ser trasladado al hospital. La aerolínea dispuso un avión de sustitución, un Airbus A319 que finalmente llevó a la selección de Gambia a Costa de Marfil.

La hipoxia: el enemigo invisible

La hipoxia es una de las peores cosas que pueden suceder a bordo de un avión, sobre todo porque muchas veces no es perceptible por aquel que la sufre y si no se remedia, puede provocar la muerte. Esta forma de fallecer también es conocida como muerte dulce (aunque también se le conoce así a la intoxicación por monóxido de carbono) porque la víctima se queda inconsciente hasta fallecer, no se da cuenta de lo que está pasando.

F-16 griegos interceptando el Boeing 737 de Helios que operaba el vuelo 522. La tripulación no respondía a las llamadas de radio debido a que estaban inconscientes porque habían sufrido hipoxia.
F-16 griegos interceptando el Boeing 737 de Helios que operaba el vuelo 522. La tripulación no respondía a las llamadas de radio debido a que estaban inconscientes porque habían sufrido hipoxia. Foto: Hellenic Air Force

La hipoxia se produce cuando la presión exterior es más baja que la de nuestro organismo, un fenómeno que empieza a suceder a partir de los 3.000 metros de altitud. Cuando la presión es baja, esta se equipara con nuestros pulmones, imposibilitando el intercambio de oxígeno en los alveolos. Por lo que, realmente, nuestro cuerpo no está recibiendo el oxígeno que necesita y poco a poco vamos perdiendo la consciencia. 

Los accidentes por esta causa han sucedido varias veces a lo largo de la historia de la aviación comercial, uno de los últimos de estos tristes eventos ha tenido lugar en junio del año pasado con un Cessna Citation en Estados Unidos. También fue la causa del accidente del vuelo 522 de la desaparecida compañía chipriota Helios, uno de los accidentes más famosos ocurridos debido a esta causa.

Sus síntomas pueden ser dolores de cabeza, mareos o vómitos, pérdida de consciencia o pérdida de fuerza en las extremidades. En situaciones prolongadas de hipoxia se pueden producir incluso daños neuronales debido a la falta de oxígeno, por lo que el suministro de presión en un avión es fundamental y es uno de los aspectos que más se controlan en el día a día de las operaciones comerciales.

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