Una noticia sorpresa ha tenido lugar en Boeing en las últimas horas con el anuncio de la dimisión de dos de los más altos cargos de la compañía norteamericana.
La puerta que sacudió los cimientos de Boeing
El incidente del 737 MAX 9 de Alaska Airlines ha propiciado más cambios en tres meses que los adoptados en los casi 6 años siguientes al primer y al segundo accidente del 737 MAX 8, respectivamente los aviones de Lion Air y Ethiopian Airlines.
No nos equivoquemos, después de esos dos accidentes hubo cambios en Boeing, pero ni tantos y tan rápidos y, por supuesto, sin tanto calado. La última de las noticias es que David Calhoun y Stan Deal dejan Boeing, además de otros directivos de alto nivel de la compañía nortamericana.
Stan Deal es uno de los pesos pesados de la compañía, ocupando el puesto de Presidente y Director Ejecutivo de Boeing Commercial Airplanes, área encargada de la fabricación de todos los aviones comerciales incluido el 737 MAX y la de mayor peso y facturación dentro de la compañía. Deal ha anunciado su renuncia inmediata en la compañía y, por lo que parece, se jubilará. Será sustituido por Stephanie Pope, que ha sido la Directora de Operaciones de Boeing desde el mes de enero de este mismo año.
Calhoun era la solución
Antes os hemos dicho que a raíz de los accidentes del 737 MAX, hubo algunos cambios discretos en Boeing y uno de esos fue la salida de Dennis Muilenburg, en aquel entonces CEO de de la empresa y que «abandonó» la compañía en diciembre del año 2019. Su lugar pasó a ser ocupado por Dave Calhoun, que por aquel entonces era el presidente de la compañía.
A finales de 2019, parecía de Calhoun era la solución a los problemas de Boeing y a la puesta en tierra del 737 MAX, que por aquel entonces no se sabía cuánto iba a durar. Calhoun cumplió con su cometido inicial y el modelo volvió a volar en 2020. Sin embargo, los problemas de raíz de la compañía nunca se corrigieron y a la vista está lo ocurrido con el MAX 9 de Alaska Airlines en enero, además de una serie de incidentes menores.
A todo eso, hay que sumar la gran pérdida de confianza que ha sufrido la compañía, tanto por parte de clientes como de pasajeros. Y por si fuera poco, la compañía tiene actualmente varios modelos que no pueden ser certificados, lo que supone una pérdida de ingresos para Boeing a cada día que pasa. De momento no se ha anunciado quién será el nuevo CEO de la compañía, pero será anunciado en la junta que tendrá lugar en abril, solo se sabe que la dimisión se hará efectiva a finales de año, cuando se complete el periodo de transición.