Algo increíblemente raro ha ocurrido en Países Bajos, donde el partido del gobierno ha dado marcha atrás en sus absurdas leyes contra el aeropuerto de Schiphol, uno de los motores económicos más grandes del país y al que prácticamente querían hundir con absurdas leyes para reducir sus vuelos.
Plan anulado
El martes 14 de noviembre, el gobierno holandés anunció la suspensión de la ley que pretendía reducir para el próximo año los vuelos en el aeropuerto de Schiphol a un máximo de 460.000 en todo el año, lo que representa aproximadamente un 10% de los vuelos que al año acoge este aeropuerto.
Que era una tontería y una locura absoluta cualquier persona con dos dedos de frente lo podía ver, aunque no se dedique a la aviación. Esta ley afectó severamente al aeropuerto y a las compañías que operan en él, dejando un ambiente de verdadera incertidumbre sobre compañías aéreas, empresas de handling, tiendas, suministradores de combustible, etc. Todo el mundo estaba en vilo por la posible pérdida de puestos de trabajo ante esta decisión que parece que ahora queda anulada.
El daño a Schiphol ya está hecho
Dicen que es mejor disculparse tarde que no hacerlo nunca y si, en parte es cierto. Pero en este caso el daño ya está hecho. Suele pasar que cuando un político habla sube el pan y esta vez no ha sido para menos, dado que en este tiempo la imagen de Schiphol y de Países Bajos en general ya ha quedado completamente dañada: 29 aerolíneas han perdido sus slots para el próximo año por no tener «derechos históricos» y el resto han perdido más del 3% de sus asignaciones.
Además, esta imposición en la reducción de vuelos ha hecho que las aerolíneas hayan abandonado la intención de abrir nuevas rutas o incrementar frecuencias, dejando como gran afectada a KLM que es la aerolínea que más operaciones tiene desde este aeropuerto. Quedará ahora por ver si la próxima temporada de verano puede ser salvada con el incremento de los vuelos que se tenían previsto y, es de suponer, que aquellas aerolíneas que han perdido sus slots hace tan solo unos días los recuperen y que esa imposición quede sin efecto.
Curiosamente y de forma totalmente inexplicable, la dirección del aeropuerto de Schiphol ha emitido un comunicado oficial que están «decepcionados» por la suspensión de esta ley que «ya no darán claridad y certeza los residentes» pero que para ellos no es un objetivo la reducción de vuelos, aunque varias líneas después se hacen eco de las prohibiciones que ya ha implementado el aeropuerto como la prohibición de vuelos privados y de aviones antiguos.
The government's experimental regulation is being suspended. This means that the maximum of 460,000 flights no longer applies. We are disappointed by this development seeing as the regulatory scheme gave local residents clarity and certainty. https://t.co/CrrVVutITm pic.twitter.com/CAsL8UcaeW
— Schiphol (@Schiphol) November 14, 2023
Quizás todavía no se han enterado de que su existencia depende de la actividad aérea que se desarrolla en el aeropuerto y que si esta se ve mermada por leyes sin sentido las consecuencias económicas también las sufrirá la empresa que gestiona el aeropuerto.