Hoy, se cumplen 16 años del accidente del Airbus A340-600 de Iberia en Quito. Miguel de Unamuno, como fue bautizado este avión en su día, se salió de la pista de la capital ecuatoriana cuando tomó tierra.
Antiguo aeropuerto de Quito: Mariscal Sucre
Primero, vamos a hablar sobre el lugar del accidente, uno de los aeropuertos más peligrosos del mundo y uno de los aeropuertos comerciales a más altitud, dado que se encontraba a una elevación de 2.813 metros sobre el nivel del mar. Inaugurado en 1960, disponía de una única pista de orientación 17/35 de 3.120 metros de longitud, asfaltada. Y hablamos de él en pasado porque el Aeropuerto Mariscal Sucre antiguo ya no se encuentra operativo.
Construido antaño a las afueras de la ciudad, la capital ecuatoriana acabó por comerse por completo el aeródromo, quedando este completamente encajado dentro de la urbe con casas a escasos metros de la pista. Tanto fue así, que a comienzos de la década de los 2000 las autoridades se vieron obligadas a expropiar numerosas propiedades con el objetivo de dejar un espacio libre al final de cada pista, conocido como área de seguridad, en caso de que algún avión se saliese de la misma.
Esto ocurrió tras el accidente de un TU-154 de Cubana en 1998. El avión comenzó la carrera de despegue pero abortó el despegue, no consiguiendo detenerse en la pista. 14 miembros de la tripulación, 56 pasajeros (de los 77 a bordo) y 10 personas en tierra fallecieron en lo que fue el peor accidente del aeropuerto en cuanto a número de víctimas. Pero, por desgracia no fue el único. En 1984 se produjo otra tragedia cuando un DC-8 de AECA destruyó 25 casas, matando a 49 personas en tierra y a los 4 tripulantes. Estos solo son dos ejemplos, pero hubo más.
Finalmente en el año 2013 fue clausurado tras la apertura del nuevo aeropuerto de la ciudad, situado a las afueras. El tiempo no se perdió y casi de forma inmediata la urbe se comenzó a comer el aeropuerto, siendo actualmente sus terrenos ocupados por parques, un parking enorme, una zona industrial y demás instalaciones dedicadas al ocio y a las actividades económicas de la zona.
Iberia con uno de los más grandes
Por aquel entonces, Iberia volaba con uno de los aviones más grandes del mundo a este aeropuerto: el majestuoso A340-600. Otras aerolíneas también volaban al aeropuerto ecuatoriano con MD-11, A330 y esporádicamente algún 747. Buenos viejos tiempos…
El accidente tuvo lugar el 9 de noviembre del año 2007, con el EC-JOH y bautizado por Iberia como Miguel de Unamuno. Este avión había realizado su primer vuelo el 1 de febrero del año 2006, siendo entregado a la aerolínea el 27 de marzo de ese mismo año. En el momento del accidente tenía menos de dos años de antigüedad con menos de 9.000 horas de vuelo y menos de 1.000 ciclos. La configuración interior era de 52 asientos en Business y 300 plazas en Economy. Ese día estaban ocupadas 345 plazas y además había a bordo 14 miembros de la tripulación.
Poco después de las 17:00 hora local, el avión de Iberia aterrizó por la pista 35 del aeropuerto procedente de Madrid. El avión sufrió un aterrizaje más fuerte de lo normal unos 200 metros después de la zona donde debía tocar tierra. Los neumáticos número 3 y 8 del tren principal explotaron en el momento en el que el avión tocó la pista y este finalmente no pudo detenerse en la superficie pavimentada, saliéndose por el final de la pista a una velocidad de 90 nudos, deteniéndose a 232 metros del final del asfalto.
Media hora después de la salida de pista y viendo que no había peligro, la tripulación evacuó el avión por la salida de emergencia 2 del lado derecho del avión utilizando para ello el tobogán hinchable. No pudieron acceder a la zona las escaleras debido a lo embarrado de la zona.
Del informe final emitido por las autoridades ecuatorianas y que puede ser consultado en este enlace, se desprende que el avión de Iberia tocó pista a una velocidad respecto al suelo de 188 nudos (lo normal sería entre 140 y 145, pero depende de cada situación) y con una fuerza de 3.09g, lo que provocó la explosión de dos ruedas y algunos daños en el los trenes de aterrizaje principales.
Nadie en tierra resultó herido y a bordo solo se declararon dos heridos leves entre todos los ocupantes del avión.
Cambios realizados
A raíz del accidente, Iberia introdujo cambios en la formación de sus tripulaciones y en los procedimientos aprobados por la compañía para las aproximaciones a este aeropuerto. Además, la aerolínea tuvo prohibido volar a Quito durante un tiempo, volviendo después con el A340-300, un avión un poco más pequeño para este aeropuerto.
Y con ese avión permaneció operando hasta su traslado al nuevo aeropuerto de Quito, cuando volvió a utilizar el A340-600. Nadie le prohibió a la aerolínea utilizar este modelo, pero la compañía lo quiso hacer así para mayor seguridad. También cabe reseñar que Quito fue el último aeropuerto al que voló la aerolínea española con el A340-600, antes de ser retirado por la pandemia y sustituido por el A350.
El destino del EC-JOH
Al día siguiente del accidente comenzaron los trabajos en el avión, empezando por tapar los títulos de Iberia y comenzar la investigación del accidente por los restos de la aeronave. Cuando las autoridades concluyeron su trabajo, comenzaron los trabajos para retirarlo de esa ubicación. Durante todo este tiempo, el aeropuerto continuó operativo aunque se advertía a los vuelos de la ubicación de esta aeronave.
El 15 de diciembre, el avión finalmente fue movido a la plataforma militar del aeropuerto no sin dificultades debido al tamaño de la aeronave. Cuando el avión ya estuvo en la plataforma militar, comenzaron los trabajos de Iberia, el fabricante y la compañía de seguros que finalmente declararon al avión como pérdida total ante la imposibilidad de repararlo y lo costoso de la reparación, que además iba a ser muy complicada en el aeropuerto de Quito debido a la falta de herramientas e instalaciones especializadas para esta titánica labor.
A mediados del 2008, se empezó a desmantelar el avión, retirando de él todas aquellas piezas que podían ser empleadas en otras aeronaves. Cuando esto estuvo concluido, se empezó a cortar el avión el trozos para ser trasladado a una chatarrería. Finalmente a mediados del año 2009 ya no quedaban restos del EC-JOH, Miguel de Unamuno de Iberia.
