La fiesta de navidad de Airbus Atlantic ha acabado en una mala experiencia para el menos 700 de los empleados, que entre uno y dos días después de la celebración han tenido parte de las peores experiencias de sus vidas.
Airbus Atlantic como subsidiaria de Airbus
Airbus Atlantic es una subsidiaria de Airbus que tiene más de 15.000 empleados en todo el mundo, aunque su sede principal se encuentra en la ciudad francesa de Nantes, precisamente donde ha ocurrido este desafortunado episodio.
Airbus Atlantic nació en 2022 con la idea de unificar la cadena de valor del grupo y que sea una conexión directa con más de 500 proveedores directos del grupo y más de 2.000 indirectos, así como la de garantizar la excelencia con los clientes en términos operativos, de calidad y eficiencia. Actualmente están presentes en 5 países de tres continentes y cuentan con unos 15.000 empleados.
Una fatídica cena
El pasado 14 de diciembre, tuvo lugar la tradicional cena de la compañía en sus instalaciones de Nantes, aunque la comida no fue proporcionada por Airbus sino por una empresa externa. Una cena a la que acudieron unas 2.600 personas y que consistía en varios platos gourmet que incluía foie gras o langosta, a un precio de 15 euros por comensal.
Aunque la cena salió bien, entre uno y dos días después, muchos de los asistentes comenzaron a sentirse mal, con dolores de cabeza y gastroenteritis (diarrea y vómitos). Aunque la mayoría de los casos no necesitaron atención médica, algunos de los empleados si que tuvieron que acudir a los centros médicos. En total, unas 700 personas se han visto seriamente afectadas por esta cena.
Las autoridades francesas están investigando ahora si este hecho está relacionado con alguna bacteria que se podría haber encontrado entre los alimentos o si por el contrario se trata de un virus con una muy rápida expansión. Todos los asistentes han recibido un cuestionario de las autoridades francesas con diferentes preguntas con el fin de determinar el origen de esta infección. Se está investigando a todos los proveedores de comida y a la empresa responsable de su preparación.
Las autoridades sanitarias están especialmente preocupadas porque este año han sufrido varios casos de botulismo, una enfermedad extremadamente infecciosa y grave aunque parece que este no ha sido el caso.