Finalmente los peores presagios se han confirmado y el Ingenuity no volverá a volar después de un aterrizaje un poco accidentado. Aún así, este pequeño helicóptero ha hecho historia y ha superado todas las expectativas posibles.
El Ingenuity ha superado las expectativas
La del Ingenuity no fue una misión fácil, está claro. Literalmente este pequeño helicóptero tenía los ojos y la esperanza de un planeta entero sobre él y su tarea era complicada.
El Ingenuity ha sido el primer aparato fabricado por el ser humano en realizar un vuelo sostenido en un planeta que no es la Tierra y no ha sido solo un vuelo, sino que han sido 72 a lo largo de tres años. Antes de lanzarlo, el Ingenuity tenía previsto realizar 5 vuelos cortos en un periodo de un mes, con esas premisas desde la NASA lo hubieran considerado todo un éxito.
Pero el Ingenuity ha ido mucho, mucho más allá pues ha completado con éxito esos 72 vuelos de los que hablábamos recorriendo una distancia total superior a los 17 kilómetro en más de 128 minutos pasados en el aire. Más de lo que nadie se hubiera podido imaginar.
El Ingenuity ha abierto un gran camino
Hace años que hemos obtenido imágenes desde la superficie de Marte, pero gracias a este pequeño helicóptero hemos tenido imágenes desde algunos metros de altura sobre la superficie del planeta rojo, lo que nos ha permitido entender mejor a nuestro vecino más cercano.
Con menos de un 1% de la densidad de la atmósfera terrestre, hacer volar un helicóptero en estas condiciones ha sido algo realmente complicado porque además, todas las misiones eran programadas. La señal entre Marte y la Tierra tiene un retardo de 8 minutos, por lo que es imposible desarrollar una misión en tiempo real más que por ordenes previamente programadas.
Sin embargo, durante su último vuelo el helicóptero sufrió daños en sus palas de fibra de carbono, por lo que no podrá realizar más vuelos. El Perseverance, su vehículo nodriza, se acercó a su posición para confirmar visualmente los daños y después se alejó para siempre de este pequeño aparato que ha abierto una puerta más y muy importante para la exploración espacial y para un futuro viaje tripulado a Marte, que se podría dar tan pronto como a finales de la década de 2030. Y quién sabe, quizás algún día un astronauta pueda recoger el helicóptero para que acabe donde debe estar, en un museo. Pero hasta que eso ocurra, solo podemos decir; ¡hasta siempre, Ingenuity!