Cuando crees que ya lo has visto todo, siempre hay algo que te sorprende. La genialidad (o la maldad) de este pasajero dejó boquiabiertos a más de uno y ha dejado opiniones para todos los gustos.
Un pasajero aburrido en un vuelo largo
Los hechos ocurrieron el pasado mes de marzo a bordo de un vuelo low-cost entre Atenas, capital de Grecia, y Singapur. Aunque no se ha especificado en qué aerolínea ha ocurrido, se puede ver que es un avión de fuselaje ancho que no dispone de sistema de infoentretenimiento, algo realmente raro estos días.
Cuando ya las luces de la cabina estaban apagadas y muchos pasajeros intentaban descansar, un pasajero sacó un proyector portátil y lo conectó a su móvil para proyectar en los compartimentos de equipaje superiores la película “El Patriota” del año 2000 protagonizada por Mel Gibson y Heath Ledger.
Aunque esta película tiene una duración aproximada de dos horas y media, según el pasajero que grabó el clip y que luego lo subió a TikTok, la proyección total duró entre tres horas y media y cuatro horas. Durante este tiempo, el pasajero que estaba proyectando la película incluso desviaba el proyector cuando alguien pasaba por el pasillo para no molestar, todo un detalle.
Al parecer, nadie se quejó de esta improvisada sesión de cine a bordo y mucha gente estaba viendo la película, aunque no había sonido y los subtítulos parece que están en rumano. La tripulación del avión no intervino en ningún momento y la película se pudo proyectar hasta el final.
¿Genialidad o una falta de respeto?
Está claro que un vuelo de 11 horas como este puede hacerse muy pesado y aburrido sin un buen libro, una buena siesta o una buena película. Pero, ¿es esto una genialidad o una falta de respeto?
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En redes, como no podía ser de otra forma, hay opiniones para todos los gustos: muchos alegan que es una buena forma de entretenerse y pasar el rato durante tantas horas y que no molesta, sin embargo, otras personas creen que es una falta de respeto hacia el resto de las personas del avión, especialmente para aquellas que se encuentran sentadas debajo de los compartimentos utilizados como pantalla de proyección.
Está claro que en un medio de transporte público hay que molestar lo menos posible al resto de los pasajeros, pero, ¿cuál es vuestra opinión? ¿Se hizo bien por permitir esta proyección improvisada o, por el contrario, la tripulación debió cancelar la sesión de cine para no molestar a las demás personas a bordo?