No falla, en verano casi cada semana tenemos a un pasajero que se cree que amenazar con una bomba a bordo es una broma divertida y lo cierto es que no sólo no lo es, es que no piensan en las consecuencias que eso puede tener.
Una broma muy pesada
Esta vez ha ocurrido en el vuelo LS653 de la aerolínea de bajo coste británica Jet2. El Boeing B737-800 con matrícula G-JZHH iba a operar el vuelo entre Nottingham (East Midlands) y Antalya, en Turquía, el 21 de agosto de 2023.
Una vez concluido el embarque, uno de los pasajeros gritó que tenía una bomba en su poder, todo esto en un tono jocoso según algunos pasajeros. Por supuesto, fuese broma o no, se activan inmediatamente todos los protocolos de emergencia.
Una división de élite de la policía del aeropuerto acudió al avión de forma casi inmediata y procedió a desalojar al pasajero sospechoso, que salió con las manos en alto y riendo, como se ve en el video adjunto. Posteriormente fue bajado del avión y detenido. Su familia también ha sido desalojada del mismo vuelo para realizar un interrogatorio.
🇬🇧 Une blague de très mauvais goût.
▫️Des policiers armés ont escorté un passager d’un vol Jet2 reliant East Midlands à Antalya hier soir.
L’individu disait détenir une bombe sur lui au moment de l’embarquement. Le vol est parti avec 3h de retard suite à une fouille complète. pic.twitter.com/1M9q7jPx1E— air plus news (@airplusnews) August 22, 2023
Vacaciones amargadas
La cosa no acabó ahí y el avión se pudo ir. El protocolo por suerte es muy estricto y no deja nada al azar. Obliga a que después de un episodio así, una amenaza de bomba, se realice una inspección a fondo de todo el avión para asegurarse de que no hay ningún artefacto explosivo. Tras bajar el equipaje de este pasajero, se determinó que no había peligro alguno y el avión, ahora sí, pudo por fin despegar.
El B737 finalmente se pudo ir al aire con casi 3 horas de retraso, llegando a su destino ya de madrugada y dejando un mal sabor de boca al resto de los pasajeros del avión al comienzo de sus vacaciones.
Por parte del pasajero ya detenido, su broma le puede salir bastante cara. Podría enfrentar una pena de cárcel por alteración del orden público, además de una sanción económica impuesta por las autoridades y una compensación económica a la aerolínea. No solo eso, sino que también podría tener que indemnizar al resto de los pasajeros del avión.
Según las tablas de indemnizaciones, a cada uno de los 186 pasajeros del avión (iba lleno, descontando los 3 que fueron evacuados por la policía), le correspondería una indemnización de 400€ al ser un vuelo inferior a los 3.500km. Eso sería un desembolso total de 74.400 euros de los que no se tiene que hacer cargo la compañía, porque este retraso no ha sido debido a su culpa, sino a la de este pasajero.
Por supuesto y en última instancia el pasajero también podría ser vetado de los aviones de Jet2, recibiendo una prohibición de embarque en sus aviones por tiempo limitado o para siempre, eso queda a decisión de la compañía.