El Departamento de Defensa de los EEUU acaba de designar ganador a Sierra Nevada Corporation para el programa SAOC, que busca crear un sustituto a los actuales E-4B norteamericanos que llevan en servicio desde la década de los 70.
El avión del juicio final: E-4B Nightwatch
Durante la década de 1970 se crearon 4 aviones E-4B sobre la base del Boeing 747-200, unos aviones pensados para ser los verdaderos aviones del juicio final. Estos aviones están preparados para resistir cualquier tipo de cataclismo mundial siendo estos: un ataque nuclear a gran escala, una invasión zombie (si, no es broma), una invasión alienígena y un ataque electrónico.
Para ello, el E-4B está dotado con todo tipo de sistemas de comunicación y protección ante todo tipo de eventualidades, pudiendo permanecer durante días en el aire gracias a su capacidad para ser repostado en vuelo. El aire de su interior se puede filtrar con los más avanzados sistemas de filtración de aire y tiene un blindaje contra contaminación nuclear. Además, sus sistemas están reforzados y se cree que hasta disponen de sus propios satélites para comunicaciones.
Todo esto está encaminado a que, en caso de un caos mundial, los altos dirigentes norteamericanos puedan volar a bordo de estos aviones y que puedan tomar decisiones vitales o decisiones de contrataque, teniendo acceso directo a los silos nucleares estadounidenses. Es toda una fortaleza volante. Además, es el avión más caro de operar de la flota de la USAF, con un coste por hora de vuelo de más de 400.000 dólares, el doble que el famoso Air Force One.
El sustituto del E-4B
El Departamento de Defensa de los EEUU lanzó el concurso SAOC y tras la retirada de Boeing en diciembre del año pasado, estaba casi seguro quien iba a ser el ganador. Sierra Nevada Corporation ya ha trabajado antes en otros proyectos, pero este es de lejos el más grande, importante y caro de la historia de esta compañía.
De momento no se han hecho públicos muchos detalles, como es lógico, pero si se sabe que es posible que la USAF pida un avión cuatrimotor, por lo que el 747-8I sería la opción más plausible, si bien este modelo se ha dejado ya de fabricar por lo que habría que adquirir los aviones de segunda mano de alguna aerolínea que quiera deshacerse de ellos, algo que no parece que vaya a suceder. Tampoco se sabe el número de aviones a entregar, aunque algunas voces expertas del sector apuntan a que podrían ser hasta 10 unidades.
Lo que sí sabemos a ciencia cierta es que al menos la primera unidad tiene que estar completamente terminada el 10 de julio del año 2036 y eso parece algo bueno, pero 12 años para desarrollar este avión y la tecnología que llevará a bordo es un periodo de tiempo relativamente corto.