La NASA marca otro hito, pero esta vez no es una nave espacial sino su veterano C-130 el que se apunta el tanto de haber aterrizado por primera vez en la Antártida.
Un vuelo con un fin científico
Es habitual que aviones de diferentes tamaños vuelen a la Antártida con suministros y pasajeros, tanto a las bases permanentes que ahí se encuentran como a las bases temporales o simplemente para realizar expediciones puntuales. El C-130 es un viejo conocido de estos lares, pues ha sido durante muchos años el avión por excelencia en los helados páramos de la Antártida. No así para la NASA, en el que es su primer viaje.
El motivo de este viaje ha sido llevar a la Antártida un nuevo telescopio que ayudará a los científicos ahí establecidos. Este equipo se llama (por su nombre en inglés) Galactic/Extragalactic ULDB Spectroscopic Terahertz Observatory, aunque por suerte para nosotros, la NASA lo ha apodado GUSTO así que lo vamos a llamar así a partir de ahora.
GUSTO forma parte del programa de exploración astrofísica de la NASA y no será empleado desde la superficie terrestre, como cabría esperar, sino que será lanzado a bordo de un globo científico en el que se espera que esté volando al menos 55 días para conseguir mapear una porción de la Vía Láctea.
El C-130 por medio mundo
Pero llegar hasta la base McMurdo nunca es una tarea fácil. Quizás los aviones más grande juegan con algo de ventaja en este caso gracias a su capacidad para llevar más combustible a bordo y tener más autonomía, pero por el contrario están limitados en cuanto a los días disponibles en los que pueden aterrizar en la Antártida porque en condiciones de demasiado calor, la pista se derrite.
En el caso del C-130, la Oficina de Aeronaves de Wallops de la NASA, que es la que administra este avión, ha estado casi un año preparando este vuelo y no es para menos, se han enfrentado a los desafíos propios de la limitación de capacidad del C-130, además de a la meteorología, un apartado del que ha dependido toda la misión.
El C-130 llegó a la base de McMurdo el 28 de octubre, pero su periplo comenzó mucho antes, más en concreto el 17 de octubre cuando voló desde Wallops (en Delaware) hasta Fort Cavazos, en Texas, para recoger a GUSTO.
Una vez con GUSTO a bordo, el avión se dirigió a la base aérea de Travis, en California, antes de abandonar los Estados Unidos continentales. Desde ahí, ha realizado un vuelo hasta la base aérea Hickman, en Hawái. Desde Hawái, se ha dirigido al aeropuerto de Pago Pago, en Samoa antes de volar a Christchurch, en la isla sur de Nueva Zelanda.
Desde ahí, el último tramo y quizás el más peligroso por la ubicación de la zona, dado que el destino era McMurdo donde finalmente el avión aterrizó el 28 de octubre, tas un viaje de 11 días en el que el avión y su tripulación ha cubierto más de 20.000 km. Y la aventura no ha acabado ahí, pues al N436NA de la NASA le espera el mismo camino de vuelta, aunque quizás con algún vuelo más largo debido a que ya no lleva a bordo la carga.
Resulta sorprendente que la NASA haya sido capaz de llevar al hombre a la Luna varias veces y haya explorado los confines del universo, pero que este haya sido el primer vuelo a una de las zonas más importantes, desconocidas e inexploradas de nuestro planeta, a apenas 1.300km del polo sur.
1 comentario en “El C-130 de la NASA aterriza por primera vez en la Antártida”
Pingback: Norse Atlantic Airways volará a la Antártida con el 787