Cirrus SF50: el avión que ha cambiado la aviación privada

Podríamos decir que el Cirrus SF50 es el «jet del pueblo», salvando evidentemente las distancias dado que no deja de ser un avión cuyo coste oscila entre los 2.2 millones de dólares y los 3 millones, dependiendo de lo que el cliente elija.

El más barato

A pesar de ese precio, este Cirrus es el avión a reacción privado más barato que se puede comprar actualmente. Además, está pensado para ser personalizado al máximo, ofreciendo tres configuraciones de cabina principales: Family con una configuración de 7 asientos, Executive con una configuración de 4 asientos y una consola central o la opción Complete Seating, que ofrece los 7 asientos de Family pero con el acabado de los asientos de Executive.

Uno de los primeros Cirrus SF50 Vision Jet en vuelo. Foto: Cirrus
Uno de los primeros Cirrus SF50 Vision Jet en vuelo. Foto: Cirrus

Además, los materiales a bordo son altamente personalizables y el avión ofrece todas las comodidades posibles de los grandes aviones privados de lujo: internet a bordo de alta velocidad y pantalla para las plazas traseras de gran tamaño con un nivel de ruido en cabina muy reducido.

El secreto del Cirrus está en la cabina de vuelo

La cabina de este avión está pensada para poder ser operada por un único piloto, reduciendo el número de botones e integrando 5 pantallas de gran tamaño, con la tecnología Cirrus Perspective Touch+ by Garmin, con la última tecnología disponible. Por supuesto, cuenta con piloto automático completo y además incluye medidas adicionales de seguridad como el paracaídas balístico característico de Cirrus y un botón en caso de emergencia.

El espectacular interior del Cirrus SF50 en la configuración Executive. Foto: Cirrus
El espectacular interior del Cirrus SF50 en la configuración Executive. Foto: Cirrus

Pero este botón no es cualquier cosa, dado que el Safe Return Emergency Autoland System es el primero de su categoría, instalado por primera vez en este avión. El sistema que activa este botón hace que, en caso de que el piloto no pueda realizar un aterrizaje por encontrarse indispuesto, la aeronave se comunica automáticamente con el centro de control aéreo y las aeronaves cercanas declarando emergencia.

A partir de ese momento, el avión busca el aeródromo más cercano al que dirigirse y completa la aproximación y el aterrizaje de forma totalmente autónoma, deteniéndose en la pista sin necesidad de que ninguna de las personas que está a bordo haga absolutamente nada más que pulsar dicho botón. Además, las pantallas delanteras de vuelo cambian completamente para ofrecer a los pasajeros una información clara y directa de las acciones que está llevando a cabo el avión, así como hacia dónde se dirige y los minutos restantes para aterrizar.

Tres versiones

El primer prototipo del Vision Jet se presentó en un ya lejano 2008, pero no fue hasta 8 años después que comenzó su producción. En 2016 comenzaron las entregas de este modelo tras obtener su Certificado de Aeronavegabilidad por parte de la FAA, si bien es cierto que posteriormente ha tenido algunos problemas menores, todos ha sido corregidos. Tanto ha sido el éxito de este avión, que se está acercando a la barrera de las 500 unidades producidas, siendo no en vano el avión privado que más entregas ha tenido desde el año 2018 hasta la actualidad.

Después de la versión original, se presentó en 2019 la G2, que aumentaba su techo de vuelo hasta los 31.000 pies que además incrementaba su autonomía hasta los 2.200km. Esta versión ya incorporaba el acelerador automático y la velocidad de crucero de 311 nudos (576km/h). En el apartado de los pasajeros, la compañía aumentó la presión en cabina y redujo el ruido en 3 decibelios. 

Poco después, en 2021, llegaría la versión G2+ cuya principal novedad fue la mejora del rendimiento en el despegue de un 20%, permitiendo al avión operar desde aeropuertos más pequeños con más caga. Además, también incorporaba el sistema WiFi. Esta variante, ya sobrepasa los 3 millones de dólares, teniendo su precio base en 3.25 millones, aunque este puede verse incrementado más aún con las opciones que el cliente escoja.

Un motor es suficiente

La configuración del Cirrus SF50 también es curiosa cuanto menos, dado que el motor del avión se encuentra encima del avión, expulsando el aire entre una cola en V que comparte las funciones de estabilizadores verticales y horizontales, más característica de pequeños aviones monomotores, si, pero a hélice.

El rendimiento ofrecido por el turbofán Williams FJ33 es de 1.846lbf, lo que impulsa al avión a una velocidad de crucero máxima de 576km/h y una autonomía máxima de 2.200km a 31.000 pies. 

El consumo de este avión de 9.42m de largo y 11.79m de envergadura es bastante reducido para lo que ofrece, pues su consumo declarado es de 210 litros por hora de vuelo a máxima velocidad, sin embargo si se utiliza una velocidad de crucero más baja de 565km/h, el consumo se reduce hasta los 143 litros por hora.

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