Boeing está enfrentando un proceso judicial por los accidentes del B737 MAX en 2018 y 2019 a raíz del accidente del 737 de Alaska Airlines. Si, parece que no tiene sentido, pero pasaremos a explicar este hecho. Sin embargo, ahora parece que podría librarse de la peor condena al llegar a un acuerdo con el DOJ.
Proceso judicial contra Boeing
El 5 de enero del año 2025, un Boeing 737 MAX 9 de Alaska Airlines perdía en vuelo sobre Portland una compuerta del fuselaje, calificándose este hecho como accidente debido a la pérdida de una pieza importante del avión, algo que no comprometía su vuelo. Sin embargo, debido a este accidente, el DOJ se vio obligado a abrir la causa judicial contra Boeing por los accidentes de 2018 y 2019.
Esto se debe a que la administración de Trump llegó a un acuerdo con Boeing para no ir a juicio siempre y cuando el fabricante norteamericano pagara una cuantiosa multa, una indemnización a las familias de los fallecidos y a las aerolíneas y que no sufriera ningún incidente grave durante 3 años. Dicha fecha tope culminaba el 7 de enero del 2024. Por tanto, al incumplir dicho acuerdo, la causa quedó reabierta.
Un posible nuevo acuerdo
El pasado 17 de mayo, el informe de Situación de Gobierno hacía alusión a los avances sobre este caso, entre los que se abría un plazo de las familias y sus representantes para alegar contra la posible resolución previa al juicio o si, por el contrario, querían ir a juicio.
Al parecer, la empresa norteamericana retiró su declaración de culpabilidad lo que abrió la puerta a esta posibilidad de acuerdo. Si bien no hay nada en firme, se han mantenido conversaciones sobre las cuales Boeing pagaría otros 444.5 millones de dólares al fondo para las víctimas de los accidentes, que se sumarían a los 500 que la compañía ya pagó en el primer acuerdo.
No obstante, el total de los casos abiertos contra Boeing va más allá de este posible acuerdo que solo afectaría a las familia y evitaría una condena sobre un delito grave contra Boeing. El fabricante norteamericano ya acordó pagar 2.500 millones de dólares en indemnizaciones, siendo 1.700 de ellos a las compañías que no pudieron utilizar el modelo mientras estuvo en tierra durante 20 meses. Otros 243 millones serían en concepto de multas, 7 millones en costas y los 500 millones de las familias.
En las próximas semanas se podrían producir avances en este caso que podrían librar finalmente al fabricante de los accidentes de 2018 y 2019 o sentarlo en el banquillo.