Que Boeing lleva años con problemas ya no es nada nuevo, pero la situación empeora con uno de los pocos modelos que sigue fabricando: el 777.
La cadena de producción del 777
En mayo del 2021 salió de la cadena de producción el último Boeing 777-300ER fabricado, una unidad que fue entregada poco después a la aerolínea rusa Aeroflot y que entonces llevaba la matrícula VP-BFC cambiada por la actual RA-73141 a raíz de la nacionalización de los aviones de marzo del 2022.
Desde entonces, Boeing solo fabrica el 777F en la cadena de producción de este icónico modelo debido a que la producción del 777-9X lleva parada más de dos años, si bien parece que en las últimas semanas se ha retomado su producción muy poco a poco. De todas formas, esta cadena no es ni una sombra de lo que fue, dado que desde ese edificio se han producido más de 1700 unidades desde el año 1994 y nunca había tenido un ritmo de trabajo tan bajo.
Todo se debe a que se estimada que la producción en serie del 777-9X tenía que haber comenzado en 2019 ó 2020, momento de su entrada en servicio. Pero estamos a 2024 y todavía no se espera que el avión esté activo hasta por lo menos dentro de dos años (y eso si no surgen nuevos problemas). Eso dejó a Boeing con la producción de la versión carguera, al terminar con la producción del 300ER.
Boeing sufre los problemas de GE
El pasado 8 de abril, despegaba desde Everett el B-16790, un 777F para Eva Air que se convirtió en el primer Triple Siete en ser entregado este 2024, aunque se han producido 11 aviones que están actualmente preservados en las instalaciones de Boeing.
El problema reside en que General Electric, productor del GE-90, no puede entregar los motores por fallos en la cadena de suministro, lo cual ha retrasado al productor norteamericano. Actualmente tiene 55 pedidos pendientes de este modelo y si no retoma el ritmo de producción normal del 777-9X, la cadena tendrá que ser cerrada al menos momentáneamente, dejando a la principal factoría de Boeing prácticamente sin actividad, porque actualmente aparte del 777, solo se produce en Everett el 767 del cual faltan pocas unidades por construir antes de cerrar su cadena.
Sin duda son malos tiempos para Boeing que está viendo como uno de os pocos flujos de caja que tiene deja de estar disponible hasta que no lleguen los nuevos motores, lo que aprieta aún más su ya de por sí complicada situación.