¿Es posible dar la vuelta al mundo en dos únicos vuelos y, a ser posible, que duren menos de 80 días? Pues si, es posible hacerlo de forma comercial y aunque con un coste alto, es razonablemente accesible si lo comparamos con poseer un avión propio, que no es el caso.
El mundo al alcance con Singapore Airlines
Para realizar esta aventura alrededor del mundo hay que recurrir a una de las mejores aerolíneas del mundo: Singapore Airlines. Esta aerolínea ha sido repetidas veces galardonada con los máximos premios Skytrax por su gran servicio a bordo, puntualidad y calidad.
Además, esta aerolínea es el único operador actual del Airbus A350-900ULR del cual hablaremos un poco más adelante. Además, también es la compañía que opera los cuatro vuelos más largos del mundo que, curiosamente, tienen lugar solo entre dos ciudades: Nueva York y Singapur. Aunque, eso sí, entre tres aeropuertos puesto que en Singapur solo vuelan a Changi, pero en Nueva York vuelan tanto al JFK como a Newark.
El vuelo SQ23 parte del aeropuerto JFK de Nueva York para dirigirse al aeropuerto Changi de Singapur y el vuelo SQ24 es la misma ruta, pero al revés. Los vuelos SQ21 parten desde el aeropuerto Newark hacia Changi y el SQ22 desde Changi en dirección a Newark. Estos son los vuelos más largos del mundo con una duración media de entre 17 y 18 horas y la diferencia oficial entre ellos es de apenas 5 minutos, siendo realmente la ruta a Newark la más larga del mundo.
El truco está en el este
Para poder decir que hemos dado la vuelta al mundo, esta aerolínea es la indicada porque opera estos vuelos de forma curiosa. Normalmente los vuelos son operados en la misma ruta, es decir, si vamos de Madrid a Barcelona volaremos hacia el este y si vamos de Barcelona a Madrid hacia el oeste. Y esto funciona porque es una ruta muy corta, pero en rutas tan largas la situación es diferente.
Por ello, Singapore Airlines vuela siempre hacia el este. Cuando despega desde Singapur, el A350 se dirige hacia Japón para después atravesar el mar de Bering y entrar al continente americano por Alaska para sobrevolar después Canadá antes de descender a Nueva York. Cuando el A350 de Singapore Airlines despega desde Nueva York, se dirige al Atlántico Norte para entrar a Europa por Reino Unido o Francia antes de atravesar buena parte de los países europeos, Turquía, Irán el Mar Arábigo, India, el Golfo de Bengala y finalmente Singapur.
Es decir, siempre vuela hacia el este y esta decisión es inteligente, dado que los vuelos hacia el este son más cortos gracias a la rotación de la tierra. Por supuesto en vuelos cortos se nota menos, pero en vuelos tan largos como estos, la diferencia es notable.
Así que respondiendo a la pregunta del título: es posible dar la vuelta al mundo en unas 36 horas de vuelo reservando los billetes con Singapore Airlines. Además, lo curioso es que en algunos vuelos se pueden llegar a ver dos amaneceres dentro del avión. El jetlag tras completar estos vuelos es simplemente horrible si no se controlan los tiempos adecuadamente.
Sobre el A350-900ULR
El avión empleado para esta ruta alrededor del mundo es, como hemos dicho antes, el A350-900ULR del cual (de momento) solo existen 7 unidades y todas ellas en vuelo con Singapore Airlines, matriculadas desde el 9V-SGA hasta el 9V-SGG (ambos incluidos).
Estos aviones se diferencian de un A350 normal en que disponen de varios tanques más de combustible que les confieren una autonomía de hasta 9.700 millas náuticas, aproximadamente 17.950 kilómetros, o 20 horas de vuelo gracias a 24.000 litros extra de combustible. Esto es suficiente para conectar casi cualquier ciudad del planeta desde cualquier punto. Este será el mismo principio que seguirán los A350-1000ULR del Project Sunrise de Qantas.
Además estos A350-900ULR también tienen una configuración interior diferente, pues disponen únicamente de dos cabinas con 67 asientos en Business y 94 en Premium Economy. Un billete para un solo trayecto en Premium Economy empieza en unos 1.400 euros.