Un Airbus A350 de Iberia se tuvo que desviar el pasado sábado 24 de febrero al aeropuerto de Gran Canaria debido a una emergencia médica a bordo.
A350 de Iberia desviado de urgencia
Los hechos sucedieron a bordo del Airbus A350-900 con matrícula EC-NJM y de nombre «Flamenco» que cubría la ruta entre Buenos Aires y Madrid como Iberia 6844 el pasado 23 de febrero.
El avión despegó en hora desde el aeropuerto Ezeiza de Buenos Aires, poco después de las once de la noche del 23 de febrero. Tras llevar aproximadamente 9 horas de vuelo y estando al sur de la isla de Fuerteventura volando a 40.000 pies de altitud, el avión realizó un giro cerrado hacia Gran Canaria seguido de un descenso rápido para aterrizar en la pista 03L del aeropuerto de Gran Canaria, donde tomó tierra aproximadamente 20 minutos después de comenzar a descender.
La tripulación había solicitado a los controladores un desvío de urgencia debido a que uno de los pasajeros que se encontraba a bordo no se encontraba bien y la tripulación con ayuda de otros pasajeros habían comenzado las maniobras de reanimación. Pese al rápido aterrizaje y a la intervención de los equipos médicos en tierra el pasajero, un hombre alemán de 70 años, no sobrevivió. Tras una hora y media en tierra el A350 de Iberia volvió a despegar, llegando a Barajas a las 16:30 (hora local) con dos horas de retraso respecto al horario previsto originalmente.
Apenas 3 días antes, se dio un caso similar en el Boeing 787-9 de Air Europa con matrícula EC-NGM que estaba operando el vuelo UX42 también entre Buenos Aires y Madrid y que se tuvo que desviar de emergencia al aeropuerto de Gran Canaria. Aunque parece ser que en este caso el pasajero pudo sobrevivir.
Una situación normal y habitual
A pesar de la repercusión que ha tenido este hecho, lo cierto es que este tipo de situaciones se suelen dar casi cada día en todo el mundo. Millones de personas se suben a un avión a diario, por lo que es inevitable que alguna de ellas sufra algún problema de salud urgente en uno de los vuelos.
La rápida intervención de los tripulantes a bordo para ofrecer los primeros auxilios, como ha sido el caso de este vuelo de Iberia, y la rápida coordinación entre la tripulación de vuelo y los controladores aéreos es crucial para aumentar las posibilidades de supervivencia del pasajero afectado. Por desgracia, esto no siempre es posible, así es la vida.
En estos casos, es importante el apoyo emocional a los implicados en ofrecer los primeros auxilios al pasajero dado que aunque las tripulaciones reciben frecuentemente cursos de refresco y primeros auxilios durante su formación continua, presenciar un hecho así les puede afectar psicológicamente.