Spirit Airlines ha comenzado un plan de reajuste enfocado a la recuperación de la aerolínea tras el batacazo del rechazo de la fusión con JetBlue, una decisión que ya es definitiva y que ninguna de las dos aerolíneas recurrirá, habiendo abandonado la idea de la fusión.
Menos aviones para Spirit Airlines
Spirit Airlines y Airbus han llegado a un acuerdo mediante el cual la aerolínea norteamericana va a retrasar todos los nuevos A320NEO y A321NEO que tenía previstos recibir entre el segundo trimestre del próximo año y finales del 2026 a entre 2030 y 2031.
Estos retrasos se corresponden solo a nuevas entregas planificadas para ser recibidas directamente desde Airbus y no a aviones recibidos mediante lessor. Esta estrategia tiene como objetivo directo que la aerolínea disponga de más liquidez, unos 340 millones de dólares durante los próximos dos años, lo que le permitirá afrontar mejor sus compromisos financieros.
Por otra parte, la dirección de la aerolínea ha comunicado que no es necesario realizar cambios en la planificación de entregas de los años 2027, 2028 y 2029, que sigue de momento según estaba prevista y sin cancelar ninguna aeronave.
Y menos pilotos
La peor parte es que 260 pilotos de la aerolínea serán suspendidos a partir del 1 de septiembre de este mismo año debido al aplazamiento de aviones antes comentado, pero también a un problema que están sufriendo muchas aerolíneas: los motores Pratt & Whitney de los A320NEO y A321NEO.
A fecha de publicación de este artículo, la compañía tiene 18 de sus 100 aviones de la familia A320NEO en tierra, más en concreto 17 A320NEO y un A321NEO. Esto se debe a los problemas con los motores Pratt & Whitney, unos problemas que están sufriendo las aerolíneas a nivel global y que se espera deje en tierra cada año más de 300 aviones a la espera de nuevos motores. Spirit Airlines espera obtener una indemnización de entre 150 y 200 millones de dólares debido a los problemas causados por la indisponibilidad de estos motores.