Un pasajero acaba en un aeropuerto que no era el de su destino y nadie se dió cuenta

Esta es de esas historias muy curiosas que (por suerte) pasan muy de vez en cuando. Que un pasajero llegue a un aeropuerto que no es el de su destino es, además de curioso, un hecho grave pues constituye un fallo de seguridad

De norte a sur

El caso que nos ocupa hoy sucedió el lunes 31 de julio en la India. Un pasajero había embarcado su vuelo de SpiceJet en Nueva Delhi. El vuelo SG8963 es un vuelo regular operado por Boeing B737 a la ciudad de Srinagar, al norte de la India, cerca de la frontera con el Tíbet y Nepal.

B737 de SpiceJet esperando a los pasajero
B737 de SpiceJet esperando a los pasajeros. Foto: V.Malik

El pasajero subió al avión y este despegó. Cuando aterrizó llegó la sorpresa, pues se encontraba en Pune, al sur de Bombay, en la otra punta del país. Lo sorprendente es que el pasajero tampoco se dió cuenta, pues el vuelo entre Nueva Delhi y Pune dura el doble que a Srinagar.

Una vez en tierra, la compañía SpiceJet organizó la vuelta de esta persona a Nueva Delhi con un vuelo de IndiGo que salía poco después y desde Nueva Delhi finalmente voló a su destino inicial.

No es para tomárselo a broma

Este es un caso que ya ha ocurrido anteriormente en India, pero, no es para tomárselo a broma. Es un fallo de seguridad grave pues este pasajero ha pasado el control de seguridad del aeropuerto, que en un principio no vigila hacia donde se dirige cada pasajero, sino que solamente tenga un billete válido para ese aeropuerto con la anterioridad suficiente que marca el mismo (en algunos aeropuertos pueden ser 24 horas, en otros 30, en otro 36, etc).

Pero, después del control de seguridad, el pasajero tiene que enseñar la tarjet de embarque al control de la puerta de embarque y posteriormente a los TCP una vez en el avión, que por lo general le indican donde está su asiento.

Por supuesto, también están las pantallas que anuncian el número de vuelo y el destino. Además de todo esto y, por norma general no escrita, se suele realizar un pequeño anuncio por megafonía diciendo el destino del avión y generalmente la duración del vuelo y la meteorología.

Es decir, dos empleados de la compañía (el de la puerta de embarque y el TCP) han pasado por alto el destino erróneo del pasajero. Pero además, esta persona tampoco se ha dado cuenta de que no estaba en el avión adecuado.

La DGCA en colaboración con la seguridad aeroportuaria de Delhi y la aerolínea han abierto una investigación.

Hace poco os hablábamos en este artículo sobre un pasajero que consiguió entrar a un avión sin tener ninguna tarjeta de embarque.

También ha pasado con aviones, no solo con pasajeros

A lo largo de los años ha sucedido que aviones hayan aterrizado en pistas equivocadas, en calles de rodajes paralelas a las pistas (como el caso del Tupolev en Barcelona de hace muchos años) o incluso en aeropuertos equivocados. Y esto ha provocado muchos dolores de cabeza, pues no siempre se trataba de aviones pequeños.

Por lo general, un avión necesita menos pista para detenerse después del aterrizaje que para despegar, por lo que un avión grande podría aterrizar en una pista más corta, pero despegar desde esta pista ya es otra historia.

Esto ha sucedido con aviones más pequeños como el B737 o DC-8, pero también con auténticas bestias del aire como el Boeing B747 Dreamlifter o aviones militares como C-17. A estos aviones hubo que retirarles las cargas y dejarlos con poco combustible para reducir el peso y que puedan despegar. Por suerte, todos han salido bien.

Pero un pequeño despiste en una letra en el código de un aeropuerto o una retransmisión entrecortada con el servicio de control de tráfico aéreo puede causar estos incidentes. Por suerte, se han quedado en sustos y nada más.

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