En la aviación ha pasado ya casi de todo, pero aún así no podemos dejar de sorprendernos con noticias como la de este B737 y en qué momento el protagonista pensó que una idea así saldría bien.
Vuelo
Todo ocurrió el pasado 9 de julio en el aeropuerto internacional St. Paul de Minneapolis, poco tiempo después del aterrizaje del Boeing B737 con matrícula N815SY de Sun Country. El avión había tomado tierra pocos minutos antes de las 23 horas (locales) por la pista 30L.
El avión había completado el vuelo SY346 de 3 horas desde el aeropuerto internacional de Orlando, en Florida.
Por la salida de emergencia
Poco después del aterrizaje y con el B737 aún en movimiento rodando a su posición asignada, un hombre de 44 años abrió una de las salidas de emergencia con las que cuenta el avión sobre el ala, fue corriendo hacia el extremo de la misma y saltó a la plataforma, corriendo hacia la zona terminal.
Según confirmaron después las autoridades, se trata de un varón de 44 años que sabía que la policía lo estaba esperando en la puerta de embarque para detenerlo, acusado de una multitud de delitos entre los que se encuentran allanamiento de morada, tráfico de drogas y violencia doméstica.
Los equipos de emergencia enseguida fueron avisados y el B737 continuó con su rodaje a la terminal. La policía comenzó la búsqueda del sospechoso. El hombre fue encontrado por unos trabajadores del aeropuerto, escondido dentro de un camión de catering. Estos retuvieron al individuo hasta la llegada de los agentes de policía que procedieron a detenerle.
Por si no fuera poco con los cargos que ya tenía, ahora se le suman unos cuantos más como incursión o autorizada en una zona restringida, atentado contra la seguridad aérea y desobediencia a las fuerzas del orden, lo que puede sumar algunos años más de cárcel a su condena además de una multa económica.
La aerolínea por su parte se ha limitado a decir que se alegra de que ningún miembro de la tripulación, así como ningún pasajero, haya resultado herido durante este suceso.
El avión volvió a despegar dos horas y media después del incidente hacia Louisville. Además de la sanción económica y de cárcel que pueda tener esta acción, el pasajero podría ser incluído en la famosa «no fly list» de los Estados Unidos, por lo que no podría volver a subirse a un avión durante el tiempo que estuviera en vigor su sanción.