La FAA ha publicado la nota final de una de sus ideas fruto de los atentados del 11 de septiembre de 2001 con el fin de incrementar la seguridad en los vuelos comerciales.
Normas previas
Los atentados de aquel fatídico 11 de septiembre de 2001 cambiaron para siempre la forma de viajar, especialmente en aviones comerciales. Si bien es cierto que aquella no fue la primera vez que se secuestró un avión de pasajeros, si que fue la vez que más impresionó a todo el mundo y, por supuesto, fue la vez que más víctimas y destrucción causó.
Por eso, se diseñaron una serie de normas orientadas a hacer los vuelos comerciales más seguros para las tripulaciones y los pasajeros, reduciendo al máximo la posibilidad de un secuestro o un atentado en una aeronave mediante la prohibición de introducción de líquidos, revisiones más exhaustivas, mejores sistemas de seguridad de la cabina, etc.
Ahora, este último apartado mencionado va un paso más allá con una de las viejas reclamaciones de la FAA.
Segunda puerta
A lo largo de los años, la FAA mediante diferentes funcionarios, ha dejado caer la idea de instalar una segunda puerta en la cabina de los aviones comerciales con el fin de incrementar la seguridad de la misma, un sistema parecido al de, por ejemplo, los bancos.
La idea es que cuando un tripulante de cabina tiene que entrar a la cabina o un miembro de la cabina tiene que salir, tenga siempre una de las dos puertas cerradas, pasando así por una de ellas antes de poder pasar por la otra. Este sistema permitirá que desde fuera sea muy complicado acceder a la cabina mientras se produce una entrada o salida desde la misma.
Esta idea cogió fuerza en el año 2018 pero no fué hasta el año 2021 cuando se convirtió en una prioridad para la entidad norteamericana. En 2022 se propuso de forma definitiva la idea después de la consulta con los fabricantes de los aviones y la consulta con otros departamentos y finalmente este año se ha firmado la nota definitiva.
Desde el pasado 13 de junio, fecha en la que se dió el visto bueno definitivo, tendrán que pasar 2 meses para alegaciones y propuestas y a partir del 13 de agosto de 2023 se contarán 2 años, que será el plazo de implementación de esta directiva.
Eso sí, la FAA solo exigirá esto en los aviones de nueva producción desde el momento en el que entre en vigor la norma definitiva, es decir, en todos aquellos aviones que se produzcan después del 13 de agosto del año 2025 y no exigirá que los aviones ya construidos dispongan de esta mejoría.
Costes
La FAA estima que esta norma elevará el coste por avión en unos 35.000 dólares, lo que eleva la suma total de la instalación de los IPSB (installed physical secondary barrier) a unos 20 millones de dólares anuales, teniendo en cuenta el entrenamiento complementario a tripulaciones y TMAs.
El documento oficial completo puede ser consultado en este enlace.