Adiós a una joya: la NASA retira su DC-8

Un triste capítulo en la historia se ha escrito hoy con el aterrizaje de DC-8 de la NASA que ya ha completado su última misión, tras lo cual pasará a ser retirado del servicio tras más de medio siglo en el aire.

Historia del DC-8 de la NASA

Esta unidad lleva actualmente la matrícula N817NA y ha estado realizando vuelos para la NASA durante más de dos décadas. Si historia comienza mucho antes de incorporarse a la agencia espacial norteamericana.

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Este avión tiene el número de serie 46082 y el número de línea 458 y originalmente es un DC-8-62H que ha realizado su primer vuelo en abril del año 1969, hace ahora 55 años en la factoría de Douglas en Long Beach, California. 

El 14 de mayo del año 1969 fue oficialmente entregado a Alitalia, propulsado por cuatro motores Pratt & Whitney, los famosos JT3D. En ese momento recibió la matrícula I-DIWK y el nombre Giacomo Puccini, un famoso compositor italiano de finales del siglo XIX y principios del XX. Estuvo realizando vuelos para la compañía italiana durante 10 años, hasta que en 1979 volvió a Estados Unidos para incorporarse a la flota de Braniff International Airways.

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Apenas 5 años estuvo volando para Braniff, si bien en realidad fueron menos dado que la compañía quebró en 1982, pero no fue hasta el 84 cuando su propiedad cambió oficialmente al lessor Quiet Nacelle Corporation quien además aprovechó para modificar el avión cambiando los JT3D por los «nuevos» CFM56, mucho más potentes, silenciosos y eficientes. En ese momento el avión también adoptó su denominación actual: DC-8-72.

El DC-8 en la NASA

Esta unidad se incorporaría a la flota de la NASA en el año 1986 bajo la matrícula N801BA y desde entonces tuvo otras dos matrículas además de la actual. Desde su incorporación, ha sido un activo fundamental para realizar todo tipo de pruebas a bordo junto con otros aviones únicos que han pasado por la flota de la agencia como un B-52, varios SR-71 Blackbirds, DHC-5, Convair 880 y 990, numerosos 747 y hasta un Súper Guppy. El avión estaba basado inicialmente en la base aérea de Edward, donde la NASA tenía su principal centro de investigación aeronáutica. El paraíso para cualquier aficionado a la aviación.

El DC-8 Airborne Laboratory de la NASA realizando una pasada baja sobre la base aérea de Edwards, en la zona de Rogers Dry Lake. Foto: NASA
El DC-8 Airborne Laboratory de la NASA realizando una pasada baja sobre la base aérea de Edwards, en la zona de Rogers Dry Lake. Foto: NASA

Este avión operaba para el Armstrong Flight Research Center y su labor principal era el estudio de la atmósfera, emisiones de gases contaminantes y otros experimentos similares que había que llevar a cabo en vuelo, aunque también ha realizado vuelos de microgravedad y podría ser adaptado para otros menesteres, según requería la misión. Una de sus últimas pruebas más conocidas fue llevada a cabo el año pasado en colaboración con Boeing dentro del programa ecoDemostrator del fabricante norteamericano, realizando varios vuelos en formación con un 737 MAX 10.

El 1 de abril el avión despegó desde Anchorage, en Alaska, que fue su escala como parte de su viaje por el sureste asiático. El avión estuvo basado varios rías en Rayong (Tailandia) antes de volar a Osan (Corea del Sur) antes de dar el salto al Pacífico. El avión ha llegado a Palmdale, en California, en la que era su base, aunque parece que su lugar de retiro será Idaho donde será expuesto al público en los próximos meses.

El DC-8 de la NASA realizando una pasada baja sobre el aeropuerto de Palmdale, en California. Foto: NASA
El DC-8 de la NASA realizando una pasada baja sobre el aeropuerto de Palmdale, en California. Foto: NASA

Con la retirada de este avión, solo queda un DC-8 en vuelo en el mundo, se trata del famoso carguero de Samaritan’s Purse y aunque parece que de momento seguirá volando, lo cierto es que cada vez es más difícil mantener en vuelo uno de estos aviones. Técnicamente quedan dos unidades activas, también cargueras, en la República Democrática del Congo, pero llevan mucho tiempo sin volar por lo que es probable que su condición ya no pueda catalogarse como «activa».

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