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La tragedia de Cavalese: el día en el que un Prowler causó la muerte a 20 personas

Los accidentes en aviación por desgracia ocurren y suelen ser llamativos por lo raros que son. Por desgracia, el accidente que os vamos a relatar hoy se debió más a una imprudencia que algo relacionado con el Prowler tristemente protagonista.

Un lugar idílico

Esta historia tuvo lugar el 3 de febrero de 1998 cerca de la localidad italiana de Cavalese, en Trentino. Esta pequeña población situada en el corazón de las Dolomitas, un lugar de espectacular belleza natural, vive básicamente de los ingresos que obtiene en temporada de invierno, cuando el lugar se llena de esquiadores y turistas deseosos de pasar unos días en la naturaleza.

Cermis

Y como toda zona de montaña, cuenta con varios telesillas y telecabinas que facilitan las labores de ascensión hasta las cimas de las diferentes montañas que ahí se encuentran, desde las ciudades que se encuentran situadas en el fondo de los valles. 

Sin embargo, aquel 3 de febrero, un avión Grumman EA-6B Prowler con número de registro 163045 perteneciente al Escuadrón de Guerra Electrónica Táctica de los Marines de EEUU (VMAQ-2) que volaba con indicativo Easy-01 sembró el pánico en la tranquila región. 

Un Prowler sembró el pánico en la región

En ese momento, se encontraban desplegados en la cercana base de Aviano (apenas 90km) un escuadrón de Prowler que estaban ayudando en el conflicto de los Balcanes, un conflicto del cual ya os hemos hablado en este artículo sobre el derribo de un F-117 Nighthawk, el único derribo de este avión.

Una pareja de Grumman EA-6B Prowler durante el vuelo de despedida del modelo en 2019. Foto: Cpl. N.W. Huertas / US Marine Corps.
Una pareja de Grumman EA-6B Prowler durante el vuelo de despedida del modelo en 2019. Foto: Cpl. N.W. Huertas / US Marine Corps.

Aquel día una pareja de Prowler estaban realizando una misión rutinaria de entrenamiento a baja altura programada, pero tenían que mantenerse dentro de los estándares internacionales para este tipo de ejercicios que, en este caso concreto, se veían regulados por los tratados de la OTAN. La altura mínima establecida para el ejercicio era de 2000 pies AGL (sobre el nivel del suelo), siendo aproximadamente 600 metros. 

A las 15:13 hora local del 3 de febrero de 1998, el primero de los Prowler volaba a una velocidad de 870 kilómetros por hora a una altitud de entre 80 y 100 metros sobre el nivel del suelo. El ala derecha del avión impactó contra los cables del teleférico del mote Cermis cerca de una carretera aledaña a la población de Cavalese, cortando dichos cables.

En ese momento, una telecabina se encontraba descendiendo desde el monte Cermis con 19 pasajeros a bordo y el propio operador de la cabina, que cayó desde una altitud de 80 metros contra el suelo. Todos los ocupantes fallecieron, encontrándose a bordo 7 alemanes, 5 belgas, 3 italianos, 2 polacos, dos austríacos y un holandés.

El avión sufrió daños considerables debido al impacto, pero el piloto consiguió estabilizar la aeronave y volver al aeropuerto de Aviano. 

Investigación, compensaciones y polémicas

Por supuesto este desgraciado accidente provocó una gran indignación en Italia, con la opinión pública y muchos políticos pidiendo que se prohibieran este tipo de entrenamientos. Los fiscales italianos pidieron que los 4 pilotos de los dos Prowler fueran juzgados en Italia, algo que finalmente no pudo ser debido a que los tratados de la OTAN establecían que la competencia la tendrían los tribunales norteamericanos. 

Imagen del ala derecha del EA-6B Prowler tras su aterrizaje en Aviano.
Imagen del ala derecha del EA-6B Prowler tras su aterrizaje en Aviano.

El, por aquel entonces presidente Bill Clinton, tuvo que pedir disculpas públicamente y de forma oficial a Italia por este accidente y el embajador de los EEUU en Italia visitó el lugar del accidente y rezó por los fallecidos. En una primera indemnización un año después del accidente, los EEUU pagaron 65.000 dólares por fallecido, pero en diciembre de ese año el Parlamento Italiano aprobó una indemnización de 1.9 millones por víctima, una compensación pagada en un 75% por los EEUU debido al tratado de la OTAN vigente en aquel momento. 

En marzo de 1999 se llevó a cabo el primer juicio, donde se juzgó solo a los pilotos del primer Prowler y no también a los del segundo como pedían los italianos. El piloto del avión dijo que su altímetro no funcionaba correctamente aunque no pudo ser demostrado. Si se demostró que en los mapas que tenían a bordo no había información alguna sobre los cables, por lo que ambos pilotos fueron exonerados de cualquier culpa sobre los 20 fallecidos en el juicio llevado a cabo en la Base Militar Camp Lejeune de los Marines en Carolina del Norte.

Sin embargo, hubo un segundo juicio en mayo de ese mismo año, esta vez por obstrucción a la justicia por parte de dos oficiales de los Marines. Al parecer, existía una grabación de ese día (incluido el momento del accidente) que ambos marines destruyeron. Por estos hechos, fueron declarados culpables y el piloto del avión fue condenado a una pena de cárcel de 6 meses, aunque solo cumplió cuatro meses y medio entre rejas. Ambos fueron expulsados del Cuerpo de Marines de los Estados Unidos.

Posteriormente ambos apelaron esta decisión con el fin de poder beneficiarse de los programas de salud y pensión del cuerpo, aunque fue desestimada su petición en 2007. Esa misma telecabina sufrió un accidente no relacionado con la aviación en 1976 que se saldó con 42 fallecidos y un herido.

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