Después de un amago de retirada el año pasado, los MiG-21 rumanos siguieron en servicio limitado realizando vuelos de entrenamiento y algunos pocos vuelos de policía aérea.
El 3 de marzo de 2022, un MiG-21 se estrelló cuando realizaba un vuelo de policía aérea. Realmente la culpa no se le puede echar al avión, dado que las condiciones meteorológicas eran realmente malas en ese momento. Por desgracia, pocas horas después, se estrelló también un IAR 330 Puma por las mismas causas.
Sin embargo, este último accidente, sirvió para anunciar y acelerar la retirada del modelo, que iba a ser sustituido por los F-16 comprados de segunda mano a Portugal. Pocos días después, el gobierno rumano tuvo que echar el freno al darse cuenta de que las unidades compuestas por el Viper no estaban preparadas para asumir por completo el mando del espacio aéreo rumano (que cuenta desde hace muchos años con despliegues permanentes de unidades de otros países dentro del programa de policía aérea de la OTAN). Por tanto, se vieron obligados a anunciar la vuelta al servicio reducido del MiG-21 durante un «corto periodo de tiempo», hasta que las unidades compuestas por F-16 pudieran estar a pleno rendimiento.
Ahora, parece que ese momento ha llegado y que el próximo lunes 15 de mayo tendrán lugar los últimos vuelos de los LanceR rumanos en las dos bases aéreas que aún acogían este modelo: Campia Turzii y Borcea. Después de una serie de actos en tierra, los aviones despegarán para realizar varias pasadas bajas con las que concluirán su vida útil dedicados al servicio de la RoAF.
Y es que estos aviones se incorporaron en 1962, cuando el primer MiG-21 llegó a Rumania, lo cual para la época era todo un avance, pues era uno de los mejores cazas que existían. A lo largo de los años, han pasado por la RoAF nada menos que 106 unidades diferentes de diferentes versiones, siendo la última y más actualizada la LanceR.
A partir de ahora, los encargados de salvaguardar el cielo rumano serán los F-16, de los cuales ya hay un total de 14 unidades en servicio. Se espera la llegada de 32 aviones más procedentes de Noruega y en el corto-medio plazo, de los F-35, para los que el gobierno rumano ha dado los primeros pasos.