No es la primera vez que algo así pasa y, por desgracia, dudamos seriamente de que sea la última. Un niño en el sistema de cintas de equipajes es algo tremendamente serio y muy, muy peligroso.
Un niño en peligro real
Las cámaras de seguridad del aeropuerto de Santiago de Chile captaron el pasado 16 de noviembre como un niño de 5 años entraba a través de las cintas de unos mostradores a la parte trasera, aquella que nunca vemos y que se encarga de llevar nuestros equipajes desde el mostrador de facturación hasta el avión (o al menos cerca de él).
El niño fue enviado a las pasarelas de clasificación de equipajes con varias maletas, durando su trayecto algunos minutos durante los cuales estuvo en real peligro. Estas cintas no están diseñadas para humanos, sino para maletas y tienen cambios bruscos de altura y velocidades. Además, hay que tener en cuenta que las maletas pueden pesar incluso más de 30kg. Si ese peso le cae encima a un niño, podría incluso matarle.
Por supuesto, también está el peligro de todos los accionadores y motores encargados de mover estas kilométricas cintas.
Rescatado por dos trabajadores
Finalmente el menor fue rescatado por dos trabadores, que tuvieron que saltar sobre varios tramos de cinta de equipaje para poder llegar al niño mientras este aún se movía por todo el sistema, unas maniobras bastante peligrosas que estos empleados no dudaron en realizar con tal de poner al pequeño a salvo, que concluyó su aventura sin ningún rasguño.
Aeropuerto de Santiago de Chile: Niño ingresa a zona de traslado de equipaje por el counter (zona de check in) fue visto por las cámaras y rescatado por el propio personal del sector de las valijas. Por mi parte quiero postular a sus papás a la @UWeones para una condecoración 🥇 pic.twitter.com/AVAlYGIStN— Pamela Martel (@pamemartel) November 18, 2023
Por supuesto, en cuanto las imágenes de las cámaras del circuito cerrado de televisión del aeropuerto se hicieron públicas, una avalancha de comentarios se dejó caer sobre las redes sociales, principalmente culpando a los padres (y cosas peores) por cometer semejante negligencia por no cuidar y controlar al niño y felicitando a los empleados de la sección de equipajes del aeropuerto por su rápida intervención.